lunes, 21 de julio de 2014

Capítulo 5 "Fobia"

No me quito de la cabeza a Darren. Evito a su hermano como si la vida me fuera en ello porque simplemente me recuerda demasiado a él. Es un poco difícil no encontrármelo pero intento pasar el menos tiempo posible junto a Jaden.
-¡Dhana!-Me grita Scarlett desde atrás.
Ayer me quedé hasta tarde pensando en lo ocurrido, sin poder conciliar el sueño por mucho que daba vueltas. Hoy estoy estremadamente irritante.
-No estoy sorda, solo de espaldas.- Susurro.
Me pellizco el puente de la nariz pero rápidamente saco la mano. Mi padre lo hace constantemente.
-Lo siento, es que estoy muy emocionada.-Me agarra las manos y salta.- ¡Dentro de muy poco es navidad!-Canturrea y yo me río.
Ya me ha levantado el animo; así es Scar.
-No sé que regalarle a mi pichoncito...-Suspira exageradamente y superpone su labio inferior al superior.Se sienta en el bordillo de la fuente.
  En mi casa se celebra la Navidad: Cenamos con las familias de los compañeros de trabajo de Bill y luego compiten (indirectamente) por el regalo más caro. Por lo que me han informado, las navidades aquí son muy diferentes.
-¿Qué le regalo?-Apoya el codo en su rodilla y el mentón en su muñeca, sujetando así la cabeza.
-Estas preguntando a la persona equivocada.-Puntualizo con una sonrisa y coloco una bola en el árbol de Navidad que habían instalado en el centro del Circulo.
-¿Por qué?-Frunce el ceño.
-No soy buena con los regalos y menos con los chicos.
-Ni yo. Nadie los entiende pero por eso me gustan tanto.-Su risa suena aguda aunque agradable y dulce.
Bajo las escaleras una por una con la caja de cartón ahora vacia. Me aprieto bien la coleta en cuanto tengo las manos libres.
-¿No has pensado en hacer algo con tu pelo?-Pregunta ella revisandose las uñas pintadas de negro.
-Dime una razón por la cual debería hacerlo.
Estaba segura de que me soltaría alguna de sus locuras. Apoyo ambas manos en las caderas y ladeo la cabeza esperando su disparatada respuesta.
-¿Te encuentras mal? ¡Necesitamos un medico!-Exajera su preocupación, me toca la frente y pone una cara dramática. Las personas se paran para ver lo que pasa.
-Baja la voz, la gente nos mira.-La obligo a bajarse del bordillo de la fuente tirando de su antebrazo.
-Si tuvieras el pelo teñido no lo harían.-Concluye llena de razón.
No puedo evitar reirme. Me agacho para coger una caja llena de adornos navideños que sobran. Desgraciadamente alguien le da un puntapié y las bolas ruedan en distintas direcciones.
Llevo mi vista hasta todo lo alta que era ella. Linsed ni se molesta en disculparse por lo sucedido. 
-Hey ¿A ti que te pasa?-Rujo notablemente enfadada.
-La pregunta es ¿Qué te pasa a tí, Moore?-Se pabonea y al instante me da asco.-Recógelo que para eso estás.
Se da media vuelta.
-¿Qué?
Estoy apunto de correr hacia ella y darle lo que se merece pero Scar me agarra del brazo.
-Déjala Dhana, te ayudaré a recogerlo.-Intenta tranquilizarme.
-Si,Dhana.-Imita su voz dulce.-Hazle caso a la traidora de tu amiga.-Nos dedica una vomitiva sonrisa.
Puede meterse conmigo todo lo que quiera porque yo sé defenderme pero que ahora vaya a por Scar me consume. Ella no dice nada y sigue arrodillada recogiendo las bolas con unas ganas tremendas de llorar. Agarro una bola y se la tiro a la cabeza lo más fuerte que puedo.
-¡Maldita Facha!-Grita masajeandose la zona afectada incitando a las miradas curiosas.-¡Te voy a matar!- Avanza con velocidad hacia mi.
El impacto de su cuerpo contra el mio me tira al suelo. Forcejeamos y rodamos por él hasta que consigo sujetar su pelo y ella el mio. Tira con tanta fuerza que se me saltan las lágrimas. Cojo la ventaja suficiente como para sentarme a horcajadas de ella y le proporciono una bofetada con todas las fuerzas que reuno.
-¡Eres una puta!-Bufa aguantandose la mejilla pero con eso lo único que conseguía era cabrearme aun más. Me descontrolo. No pude parar de pegarle. Ella tambien consigue darme más veces de las que puedo contar.
-¡Que alguien las separe!-Exclaman a mi alrededor.
-¡Dale fuerte!-Animan.
Cuando le estrecho el codo contra la mejilla, alguien me rodea la cadera para separarme.
-¡Tú si que eres una puta!-Escupo atizando al aire.
Levantan a Linsed del suelo. La nariz le chorrea sangre por el codazo que yo le había dado con mucho gusto. Intento sonreirle cinicamente pero tengo el labio partido y me escuece.
-¡Casi me mata!-Exagera taponandose la nariz con la manga.-Es igual que su padre ¡Una asesina!
Las miradas se centran en mi, patidifusas.
-¡Ha empezado ella!-Me intento excusar.
-¿Qué está pasando aquí?-Gam emerge a empujones entre la gente.- Sabéis de sobra que no se permiten las peleas.-Noto su cabreo en el tono de voz que utiliza.
-Ella ha empezado. Se ha avalanzado sobre mi como una loca.-Finge llorar a moco tendido.
-¿Es eso cierto?-Gam centra su atención en mi.
No sé que contestar porque todo lo que diga se utilizará en mi contra.
Ella no ha tenído la culpa. Solo intentaba defenderme.-La dulce voz de Scar contesta por mi con lagrimas en los ojos.
Se me parte el corazón. Nadie deberia meterse con alguien tan puro.
-¡Dhana!-Gam llama mi atención gritando.-Mírame¿Es eso cierto?-Inquiere.
En ese momento me siento acorralada. Al tardar en responder comienzan a susurrarse cosas y entro en pánico. Entonces opto por escapar del problema y echar a correr escaleras arriba. En casi un mes que llevo aquí no me he metido en ningún lío y ahora todos me recordarán como la chica psicótica que le pegó a Linsed.
 Me meto en los baños con la vista borrosa a causa de las lágrimas y rezo porque no haya nadie dentro para humillarme. Entro en la tercera cabina, bajo la tapa del retrete y me siento encima con la cara hundida entre las manos.
Soy fuerte, puedo con esto y con más.
Por lo menos quiero pensar eso.
Por más que intento tranquilizarme y limpiarme la cara, las lagrimas vuelven a aparecer. Decido tomarme mi tiempo y llorar todo lo que tenga que llorar. El ruido de la puerta me indica que alguien entra en los baños. Subo las piernas hasta mi pecho. Las pisadas son profundas y al escuchar su tos me doy cuenta de que es un hombre. ¿Me he metido en el baño de caballeros? Mierda.
Puedo ver, por su sombra, que está enfrente de la puerta de mi cabina. Sabe que estoy aquí. Abre la puerta muy lentamente, haciendo que rechine. Me paso el dedo indice por las ojeras para secarme y así poder ver con claridad.
Es Jaden. No puedo leer muy bien su expresión hasta que me ilumina con su sonrisa, da un paso hacia delante y se agacha hasta quedar a mi altura. Apoya las manos en mis rodillas temblorosas y huesudas.
Espero a que diga algo.
-Le has dado una buena hostia ¿eh?-Sube y baja las cejas.
Y a mi me parece el movimiento más bonito del mundo. Pensé que me preguntaría si estaba bien o si quería algo pero esto es lo que necesito. Se me escapa la risa en medio de más lagrimas.
-Venga, no llores. Nadie te juzga; todos nos hemos metido en una pelea alguna vez.
Levanta la mano para acariciarme la mejilla y llevarse con ella mis lagrimas. Tiene los dedos frios. Parpadeo varias veces.
-No quiero ser como mi padre.-Mantengo el labio inferior entre mis dientes.
Se le forma una arruga entre las cejas que hace su bonita mirada más dura. Cierra la puerta de un puntapié y cuando escucho el pestillo me sobresalto. No tengo escapatoria.
-¿Por qué dices eso?-Su voz suena mucho más profunda ahora.
-Porque simplemente estaba disfrutando con cada golpe.
No aguanto su mirada así que me tapo la cara con ambas manos. Pero él quiere mirarme, quiere que mantengamos el contacto visual, por eso retira mis manos con cuidado. Como si fueran de porcelana. Las acaricia y me hace bibrar por dentro.
-Tú no eres como Bill, Dhana. No te pareces en nada.-Abre más los ojos para asegurarse de que lo atiendo.
-No lo sabes, no me conoces.
Me deshago del agarre que mantenía en una de mis manos haciendo que me acerque a la realidad. Seco mis lágrimas.
-Bueno...-Exhala suavemente.-¿Acaso tu padre se va a un baño de mujeres a llorar cuando le da una paliza a alguien?
Sonrie de oreja a oreja mientras me rio a pleno pulmón muerta de verguenza.
-Solo yo soy tan despistada como para meterme en el baños de chicos.
-Y tus ojos son más bonitos, de eso estoy seguro.-Noto una punzada en el estomago cuando  me da un toquecito con el dedo indice en la punta de mi nariz.
Me quedo sin aire y nos quedamos en silencio. No necesitabamos hablar para comunicarnos, no ahora. Pero yo quería agradecerle su apoyo.
-Gracias.
Empiezo un tímido abrazo que tarda en corresponder.  A pesar de ser delgado sus brazos son fuertes y bastante musculosos. Siento que puede protegerme de todo, ironico ¿Verdad? Como si él fuera a hacerlo. Es un buen amigo.
-¿Te apetece ir a ayudar con los adornos o seguimos en un baño abrazados?- Bromea y no tardo ni un segundo en ponerme roja. Le suelto y me levanto acomodandome la ropa para no tener que mirarle a los ojos.
Cuando vamos a salir por la puerta un chico entra a nuestra vez y se queda mirandonos pervertidamente por dos razones: Jaden me agarraba la mano y estabamos en el baño de los chicos los dos solos. Da que pensar la verdad. Jaden anduvo más rápido, como si le molestara su presencia. Bajamos sin prisa hasta el Circulo. Espero que no se note que he estado llorando. Scarlett nos divisa al instante y viene corriendo con los brazos abiertos hacia mi. Me abraza.
 -Estaba preocupada.-Susurra en mi oido y al instante me transmite serenidad.
-Supongo que Gam ya no estará por aquí ¿Verdad?
Me suelta para hablar.
-Está ayudando con la organización de las mesas,-Dirige su dedo inocente hacia la otra punta del Circulo.-Allí.
Scar vuelve junto a Luka y le sigue ayudando con las guirnaldas. Jaden ya no está a mi lado; se ha ido a hablar con un grupo de chicos a unos metros y yo me he quedado sola en medio de la gente. Creo que voy a acercarme hasta Gam para pedirle perdón por mi comportamiento.
Avanzo pensando en lo que le voy a decir y cuando me veo plantada a su izquierda no tengo ni idea de como empezar.
- Hmmm...¿Puedo hablar contigo?
Gira la cabeza hacia mi y vuelve a dirigirla hacia otra parte.
-Ah, hola, Dhana. Ya me han contado lo que ha pasado.-Dice quitandole importancia y suelto el aire que retenía en mis pulmones.
Siento como si me quitaran 20 kilos de encima.
-¿En serio?
-Pero como vuelva a verte metida en una pelea no saldrás ilesa tan fácilmente.-Su mirada radiaba deceptición.
-Lo siento mucho. Lo único que quería era plantarle cara. Quería que viera que soy fuerte.-Intento excusarme.
-A veces no es importante que la gente no vea que eres fuerte; con que tú lo sepas basta.
Decido no molestarle más y pienso en su consejo mientras me reúno con Scarlett, Luka, Jaden y el recién llegado, Ezra.
Colocamos las luces por las barandillas de los pisos y en el techo de manera vertical, quedando a unos 4 metros por encima de la gran mesa decorada con muérdagos y mantel verde.
-A quedado muy bonito.-Reconozco orgullosa de mis horas de trabajo. Coloco los brazos en jarra.
-Está incluso más bonito que el año pasado.-Reconoce Scar.-Por cierto ¿Me acompañas a hacerme un piercing?
-¿Otro más?-Abro los ojos de par en par, notablemente asombrada.
No sé dónde lo quiere, pero creo que le quedan sitios contados con los dedos de una mano.
-Quiero uno en la lengua. Tampoco tengo tantos, solo en las orejas.
-Está bien, vamos.-Acepto y nos dirigimos a la tienda de Luka.
Es un local pequeño y un poco extraño.Tiene las paredes azul marino y un expositor de piercings.
-¡Terroncito!-Saluda Scarlett.
Luka estaba hablando con un chico tatuado de pelo blanco.
-Hola mi vida.-Le devuelve su cursi saludo.-Pasar atrás.
Este sitio da un poco de mal rollo. Sigo a Scar que camina con confianza. En cambio, yo me sento como un pez fuera del agua. Detrás de su cabeza, encima de la estantería con artilugios, hay unas letras pintadas en un rosa chillón.
"Para Dios tu alma, para mi tu piel"
Desde luego no estoy dispuesta ha hacer ese trato con Luka. Nadie se quedará con mi piel. Inconscientemente, me abrazo los brazos para protegerme. Luka entra colocandose mejor los guantes negros. Ella ya está sentada y con una sonrisa de pura felicidad que me confirma que esta lista para ser agujereada.Le da un beso a Scar y acontinuación se sienta en una silla de ruedas sin respaldo. Yo me quedo observando los bocetos que hay en la pared.
-¿Te quieres hacer alguno?-Hace rodar la silla hasta colocarse al lado de su novia.
Al principio dudo de que me lo esté preguntando a mi, aunque es obvio.
-Hmmm.-Antes de negarme me interrumpe.
-Piensatelo, en el espositor hay unas revistas que mangó Ezra en la sala de quemados. Seguro que te gusta alguno.
Dirijo los ojos hacia Scar que no ha cambiado su sonrisa por nada del mundo.
-¿No te importa que salga, Scar?
-Claro que no. Seguramente no te gustará ver la sangre; a mi tampoco.-Abre la boca y saca la lengua.
Después de salir, vuelvo a correr la cortina verde oscura. Para mi sorpresa, no estoy sola. Jaden ojea una revista apoyandola en la vitrina. Se le forma una arruga entre las cejas al forzar la vista.
-Con que un piercing ¿eh?
Pruebo suerte. No tiene pinta de ser un amante de los tatuajes y además, según Luka, los misioneros no deben tener ninguno. Aun así intento no juzgar por las apariencias. ¿De que pinta tengo yo? Quizá no de una chica con piercings.
Se sobresalta cerrando la revista de un manotazo.
-No... Si, bueno, aún no sé.-Balbucea.
-¿Qué te pasa?-Avanzo lentamente y recojo la revista de la vitrina para ojearla.
Suspira y se rasca la nuca.
-¿Si te lo cuento no se lo dirás a nadie?
Giro mi cuerpo sobre los talones, quedando frente a frente con él. Me sotengo apoyando las manos en la esquina del mostrador.
-Claro,¡Sueltalo ya!-Intento animarlo con una sonrisa.
Su nuez se mueve al tragar saliva, echa un vistazo a ambos lados de la sala (aunque estamos solos) y vuelve a mirarme dando un paso hacia delante.
-Tengo pánico a las agujas.
No me asombro y tampoco entiendo el porqué de tanto secretismo. Osea, todo el mundo tiene miedo a algo o de algo; nadie es inmune a ello.
-¿Y por eso tiemblas?-Bromeo.
-No debí contartelo y menos venir.-Bufa apunto de coger la puerta y marcharse.
Lo dentengo agarrandole el brazo.
-Era una broma, lo siento.-Me disculpo ante lo molesto que está.
Y en ese mismo instante tengo una idea fugaz. Una idea loca, sí, pero creo que si no lo pienso demasiado no me echaré atrás.
-Hagamos un pacto.-Sonrio animada, tirando de él aún.
-¿Un pacto?-Pone una mueca.
-Hagamonos uno. Tú tienes ese miedo irracional a las agujas y yo quiero hacer una pequeña locura antes de irme a dormir.
Se rie y me observa desde todo lo alto que es hasta que asiente.
-Está bien, hagamoslo.-Acepta.-Pero no quiero coñas si me pongo histerico.-Su dedo amenazante me apunta.
-¡Nada de coñas!-Levanto las manos para mostrarle que no cruzo mis dedos.-Vamos.
Estoy emocionada pero no nerviosa; al contrario de Jaden.
-Espera...,eh..., aún no sé el sitio.-Intenta ganar tiempo.
Quizá debería dejarle un poco de espacio pero, repito, si nos lo pensamos no lo haremos.
-Personalmente a mí me gusta uno en el labio; discreto,bonito y sencillo. Te quedará bien.-Echo un vistazo a la revista.-Yo me lo haré en la nariz. Discreto,bonito y....
-Sencillo...-Lo entona como si fuera una pesada y luego se seca las palmas de las manos en el bajo de su camiseta.
Me tomo la libertad de abrir la cortina y comunicar nuestro arrebato de osadía a Luka. Luego le esperamos fuera.
-Ya te puedes sentir alagada.-Dice resoplando y sin parar de mover la pierna.
Su inquietud me pone inquieta.
-¿Por qué?-Enarco una ceja.
-Porque no es la primera vez que una chica intenta convencerme para que me haga uno.
Esta vez sonríe mordiendose el labio. Me quedo atónita y me alaga a la vez.
-¡Johnson! ¡Tu turno!-Exclama Luka sancando la cabeza por la cortina con una mueca pícara.


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