sábado, 2 de agosto de 2014

capítulo 8 "Emociones"

Ayudo a Ezra en la cocina para preparar el menú de hoy.
-Nunca pensé que diría esto pero estoy harta de las celebraciones.-Suspiro, con tono cansado.
Dentro de poco es fin de año y ya estaba hasta la coronilla de tanta fiesta.
-Acaban cansando.Por cierto, ¿has decidido la respuesta?-Pregunta, mientras pica zanahorias.
-Si. Bueno, creo que si.
Me rasco la ceja con el hueso de la muñeca para no mancharme de jabón.
-Dhana, ¿puedes venir un momento?
Jaden se apoya en el umbral de la puerta, con los brazos cruzados encima del pecho. Me mira cómplice y yo intento que no se me note la emoción de verlo y lo acalorada que me sentía.
No sabíamos muy bien como llamar a lo que nos estaba pasando pero estaba claro que disfrutábamos el uno del otro. Desde del beso no hemos tocado ese tema pero no hace falta hacerlo; él me gusta y yo le gusto.
Tampoco es que hubiéramos hablado de otra cosa. En realidad solo nos miramos y sonreímos. Soy estupida, pero cada vez que me encuentro con eses ojos azules no puedo evitar serlo.
-No, no. Me niego a que me quites a mi ayudante. Búscate otra.-Niega, sin dejar de picar.
-Venga Ezra, será un momento. Gam quiere que le dé la respuesta.
Se me forma un nudo en la garganta, en la boca del estomago y en el estomago.
Pierdo las fuerzas en las manos y se me cae un vaso que estaba enjabonando en el fregadero.
-Lo siento.-Me disculpo por mi torpeza y rebusco los cristales a tientas por el agua y la espuma.
-¡Quieta!-Exclama Jaden dando un paso hacia mi. Ya es demasiado tarde.
-¡Auch!-Gimo del dolor.
Saco la mano y me encuentro con mucha sangre.Se resbalaba por el brazo hasta el codo.
-Iré a coger el botiquín.-Dice Ezra,tragando saliva.
Se había puesto blanco como el papel.
Jaden busca por las encimeras y los cajones un trapo para poder cortar la hemorragia.
-Es un corte de nada.
Meto el brazo debajo del agua. Cuándo puedo ver el corte limpio( antes de que se vuelva a inundar de sangre) el corazón me da un vuelco. Recorría toda la palma de la mano y era profunda. ¿Eso blanco es el hueso?
-Es solo sangre,Dhana, solo sangre. No te vas a morir.-Me auto-convenzo.
El sudor de mis manos no ayudaba.
Jaden me envuelve la mano en un paño blanco y espera conmigo a que Ezra vuelva con un botiquín,pero no lo hace.
-No encontré ninguno. He llamado a Linsed.
-¿A Linsed? ¿Tú quieres que me desangre?-Grié, histerica.
Ezra echo un vistazo al paño y volvió a ponerse blanco.
-Relájate; ella sabe lo que hace.
Sigue agarrandome la mano y yo espero una muerte segura.
Cuándo llega, su cara es un poema. Se ríe a carcajada limpia.
-¿Que te ha pasado, Moore?-Su voz radia felicidad y satisfacción.
Deja el botiquín en el mesado.
-Se ha cortado, ¿no lo ves? Basta de cháchara y ponte a trabajar.-Musíta, nervioso.
Hacia un rato que Ezra se había escabullido por la puerta principal.
-Tranquilízate que aún puedo dejarla desangrarse.
-¿Estás segura?-Frunce el ceño; me aprieta la mano.- Porque Gam la necesita a ella para una misión; una de las más importantes hasta ahora.
Ella se lo piensa y reacciona agachándose. Me coge la muñeca y me quita la venda.
Ezra entra de nuevo, más colorido.
-Esto te va a doler, y no te voy a mentir, voy a disfrutar. Pero es para desinfectar.-Me enseña un bote translucido que rezaba " Alcohol"
-Sé lo que es. Vengo del centro, no de otro planeta.-Bufo, inquieta.
-Ezra, tráeme una tina.-Pide volteando los ojos ante mi comentario.
Se lo trae en menos que canta un gallo y lo coloca debajo de mi mano.
Vierte la botella encima de la herida haciendo que salga la sangre seca y caiga todo el liquido en la tina.
Gimo del dolor y agarro la mano de Jaden. Se la aprieto tan fuerte que hasta le quedan las yemas de los dedos blancos. El dolor era horrible pero no podía quejarme; me lo tenía merecido por meter la mano.
Cuando sale toda la infección y está desinfectado, me echa algunas cremas y de más en el corte hasta acabar por vendarla.
-Esto ya está.-Se levanta después de guardar los utensilios en el botiquín.
-Gracias.-Le agradezco.
Ella se da la vuelta y se ríe irónicamente.
-Que te den.-Escupe las palabras con desparpajo.



Llegamos al ascensor y Jaden pulsa el número 7 para ascender hasta ella. Las puertas se cierran y todo se queda en silencio. Se gira hacia mi, con las manos en los bolsillos delanteros.
-Bueno, tampoco lo hice tan mal cómo para que no quieras hablar del tema ¿no?
Los mofletes se me tiñen de color carmesí al instante. Mantengo la mirada en cualquier sitio que no sea él.
-¿Que? No.no, bueno, si. Quiero decir...-Río porque estoy demasiado nerviosa como para encontrar palabras y formar una frase con sentido.-Tú lo has hecho bien y yo bueno, pues eso. Ya lo hemos hablado.
Se cruza de brazos, asiente repetidas veces y me observa tartamudear con una sonrisa en los labios.
-Ya.-Responde cómo si me entendiera y se dirige hacia los botones.
Toca uno y el ascensor se detiene.
-¿Que haces?-Pregunto, con un nudo en la garganta.
Me acorrala contra una de las paredes. No puedo respirar. Acaricia mis labios con el dedo gordo mientras que con la otra mano acaricia mi pelo. Yo trago saliva y me humedezco los labios agrietados. Luego, pega su abdomen al mío y mis pulsaciones se disparan.
Roza lentamente mi boca contra la suya y suspira encima de ella. Cierro los ojos a causa del placer que me produce. Mi aliento se mezcla con la suya y pego mi nariz contra la de él. 
Deshace el contacto de sus labios con los míos y se acerca a mi oreja. Roza con el labio inferior y luego susurra.
-Cualquier chico se moriría por estar tan cerca de ti cómo lo estoy yo.
Me hace estremecer. Se separa de mí;aún me palpita hasta los dedos de los pies.
Vuelve a darle al mismo botón y el ascensor reanuda su marcha.
Se gira y su azulada mirada me atrapa probocando que necesite la pared para no caerme.
-Pero tú,-Me acaricia la mejilla.- no te mereces ser el juguete de nadie. Yo no voy a tratarte como un objeto,Dhana. Ten presente que quiero intentar algo contigo.
No sé que responder. Un dolor caliente se apodera de mi barriga y noto lo sangre en las orejas.
 Por suerte, las puertas se abren dejando entra a un grupo de gente. Salimos de él y caminamos hasta el despacho de Gam en absoluto silencio 
La sangre aún no me llega al cerebro cuando él nos da permiso para entrar.
-Sentaros ¿Una taza de café?-Ofrece.
Siempre con sus tazas de café en un vaso de un pingüino.
Los dos la rechazamos.
-¿Has decidido tu respuesta?-Se aclara la garganta.
Miro hacía Jaden.Está colocado en esa pose suya tan desformal y sensual al lado de Gam.Él me guiña un ojo. Recuerdo lo que le pregunté después del beso:
>-Si acepto a pesar de tus consejos¿podrás perdonarme algún día ?
-No hay nada que perdonar. Es una manera muy bonita de demostrarte que te mereces estar aquí ¿Verdad?<
-Acepto, pero quiero algunos favores a cambio.
-Dime.-Apoya los codos en la mesa.
Está contento y sonriente; más que nunca.
-Quiero que rescatéis a mi hermana Alison. Que se venga conmigo cuándo vuelva.
-Dhana... eso es algo muy arriesgado. Yo no puedo meter a gente así porque sí.-Explica, con paciencia.
-Ella también es la hija de Bill, ¿no crees que Alison sabe cosas que a lo mejor yo no sé?-Intento convencerlo.
-Te elegimos a ti porque diste señales de ser una Rebelde.-Dice Jaden, apoyando a Gam.
Debería haberselo contando antes para que no lo hiciera. 
-Si no me puedo traer a mi hermana no contéis conmigo.-Apoyo todo mi peso en los reposa brazos y levanto el culo del asiento.
Gam se pasa ambas manos por la cara.
-Espera.-Da un sorbo a su café y prosigue.- Daré la orden de rescate pero no quiero problemas por su parte. A la mínima se irá.
Sé que con que se irá se refiere a drogarla y soltarla por el bosque desnuda para que nadie la crea. Lo sé porque lo he visto.
-Empezarás tú entrenamiento en un par de días.Jaden,-Lo señala con un movimiento de cabeza.- se ha ofrecido a acompañarte en la misión. Te convertiremos en una espía, tenlo por seguro.



Atravieso un guisante con el tenedor, lo cuál me recuerda a la cena con el General y me produce arcadas.
-Así que traerás a tu hermana ¿no?-Scar intenta entablar conversación.
-Si, si ella quiere.-Respondo.
-Claro que querrá. Estar aquí es lo mejor que le puede pasar.-Dice Ezra, mirandole el culo a una chica con vaqueros ajustados.
-Ya pero está muy unida a mi madre. Solo tiene 14 años y no sé si querrá abandonarlo todo por los Rebeldes.
-Tú lo has hecho.-Me recuerda Jaden.
Atrapa mi mano por debajo de la mesa.
-Yo no tenía nada que no quisiese perder.-Aprieto los labios y a la vez su mano.
Luka tose con fuerza poniendo el puño delante de la boca.
-¿Os apetece ir a la fiesta de mañana?-Pregunta, en un intento de cambiar de tema.
-Nada.-Respondo.-Estoy hasta el culo de tanta fiesta. Es solo un nuevo año, el General no va a dejará de darnos caza por eso.
Me limpio la boca con la servilleta después de comer, sin soltar la mano de Jaden.
-Tienes razón, ¿Por qué no lo celebramos a nuestra manera? Como aquel año.-Propone Ezra, con la mirada emocionada. Esta vez no es por el culo de ninguna chica.
-¡Si!-Exclama Scar, aplaudiendo tensa del entusiasmo.
-Ese fue el mejor Fin de Año de la historia.- Opina Jaden. Ha empezado a acariciarme la piel con su dedo.
-Alguien me explica...
-Es solo para mayores de 11 años.-Bromea Ezra, apartandome la cabeza con su mano para hacerme el vacío.
-Vete a la mierda.-Le echo la lengua mientras pongo cara de asco.
-Aprendes rápido.-Ríe.
-Ya lo verás, te lo pasarás genial.-Me sonríe su hermano, con la que creo que es su sonrisa más derretidora. Es un gesto que me vuelve loca viniendo de él.
-Dejarme las bebidas a mi.-Dice Ezra, con demasida chulería y confianza.
-Yo me encargo del coche. Es pan comido.-Luka rodea a Scar con el brazo.
Ezra aúlla y añade emocionado:
-¡Será el mejor Fin de Año de la historia, mucho mejor que el anterior!
Vuelve a aullar y nos reímos a carcajadas.
-¿Quieres callarte? Vete a gritar a otra parte.-El chico del baño se gira para mirarnos. Parecía un chaval tranquilo, de esos que no se meten en problemas. Al parecer no le gustaba el ruido.
-¿Que vas a hacer sino me callo? ¿eeh? Puto amargado...- Ezra refunfuña volviendo a llevar la botella a sus labios.
-¿Que me has llamado? Deberías ser un poco más educado.-Gruñe, levantándose.
-Hey, quieto.
Me levanto antes de que la situación se les vaya de las manos.
Scarlett agacha la cabeza y se muerde las uñas. Lo hace siempre que hay alguna bronca por medio.
-No buscamos problemas.-Le aseguro al chico manteniendo las manos en alto para relajarlo.
-Pero...-Ezra intenta defenderse, a lo que yo interrumpo.
-Pero tú tampoco.-Escruto su cara.-Haré que se calle.
El chico se lo piensa unos instantes, suspira y se vuelve sobre si mismo para dejar caer su cena en la mesa de enfrente.
Bajo las manos y vuelvo a sentarme bajo la atenta mirada de todos.
-Vayámonos a otra parte.-Propone Luka, notablemente molesto por el efecto de las peleas en Scarlett.
En realidad, Scar y él están hechos el uno para el otro.Son igual de inocentes y cursis con unos corazones de oro.




Llegó el momento de ir a hacer locuras. Si, Fin de Año. No sé a donde íbamos exactamente pero los seguiría a cualquier sitio al que nos dirijamos.
A las 7:00 en punto salgo del cuarto con un vestido de fiesta para disimular nuestra escapada, exactamente cómo habíamos preparado con antelación. Cinco minutos después el ascensor se abre silenciosamente. Supuse que serían ellos así que me metí dentro. Estaban uno al lado del otro mirando hacía la puerta. Ezra me sonríe cómplice.
-Bienvenida a tu primera juerga, Moore.-Lo dice lo suficiente alto para que escuche.
El color negro del traje de Jaden resaltaba sus intimidantes ojos azules. Miró hacia mi una vez y volvió la vista al frente con una sonrisa.
Me posicioné en el medio de los dos, un paso más adelante.
El trayecto se me hizo eterno hasta el segundo piso. Recordaba el contacto de sus cálidos labios encima de los míos y cómo me hizo temblar. En ese minuto no levanté la mirada del suelo ni por un descuido. De repente, siento un dedo acariciarme el muslo de arriba a abajo. Miro hacía Jaden, que tenía ambos brazos cruzados entre si. No era él el que me acariciaba...
-¡Ezra!-Le doy un manotazo en el hombro y él se ríe.
-¡Si te ha gustado! Soy todo sensualidad.-Sube y baja las cejas un par de veces.
Jaden aprieta los labios para aguantar la risa.
-Eres un cerdo.-Salgo del ascensor con rapidez y me encuentro con la guapisima Scarlett.
-Luka nos espera en la salida. Ha ido a por el coche hace demasiado tiempo ¡Dios, mi terroncito!...-Paró de hablar en seco cuando me miró.-¿Por qué estás tan roja?
-Mejor que no lo sepas. Venga, vamos.-La agarro del brazo y la meto en el ascensor muerta de vergüenza.
Ezra me lanza un beso y me guiña un ojo. Yo le hago el corte de manga, aún avergonzada.
Antes de poder largarnos de aquí teníamos que burlar al Guardia de turno. Scarlett se ofreció voluntaria.
Esperamos en la esquina y ella caminaba contoneando las caderas con la cremallera del vestido bajado.
-¿Le puedo ayudar en algo, Señorita?-Pregunta el guardia, notablemente intimidado y a la vez exitado.
-¿Me podrías ayudar con la cremallera? Creo que se me ha enganchado y no puedo subirla.-Su voz podía dejar embarazado a un tio en menos de ya.
Era realmente atractiva y tenía un cuerpo para lucir. Comparada con ella, yo era ridícula.
Lo distrae el suficiente tiempo cómo para que podamos salir y luego se reúne con nosotros.
-Le he dicho si me podía traer un vaso de agua, porque tenia mucho calor. Ha ido corriendo.-Rió, satisfecha y alagada.
Normalmente los guardias de la puerta principal no suelen pasar de los 30 años. Es una gran suerte para nosotras, bueno, para ellas.
Caminamos por el bosque en silencio, hasta un sendero de tierra donde Luka nos esperaba, subido en un todo terreno. Entre en el maletero y arrancó.
-¡Lo conseguimos!-Exclamo llena de energía.
-Esto solo acaba de empezar.-Ezra me pasa una botella tapada con una bolsa marrón.
Cuándo la cojo me sonríe y a continuación me vuelve a guiñar el ojo.
La música suena tan alta que te incitaba a bailar alocadamente. Eso fue lo que hizimos.Bailamos, cantamos, nos caímos al suelo del coche y bebimos. Me sentía llena de vida, incluso cuando sabía que en cualquier momento podrían descubrirnos y matarnos. Pero no, esta noche no voy a esconderme. Quiero sentirme libre como esos pájaros que vuelan tan alto como las nubes y cantan al cielo que no tienen dueño ni ataduras.
-¿Queda mucho?-Le pregunto a Luka por encima de la música.
-Ya estamos llegando.-Contesta, girando un poco la cara hacia mí.
Echo un vistazo a mi alrededor: Todo está oscuro y los árboles nos cobijan de la civilización.
-¿Preparada?-Me susurra Jaden en el oído.
Había aferrado sus manos a mis caderas de manera que mi nerviosismo creció. No por la sorpresa que me esperaba, sino por su contacto. Su aliento me golpeó en la piel.
No sabía a lo que se refería con estar preparada, hasta que el bosque se abrió como puertas al Cielo, dejándome disfrutar de aquellas vistas. Respiré hondo y olí la fragancia a mar.
-Es la primera vez que veo el mar.-Sonrío,emocionada.
Estaba oscuro pero la luna iluminaba lo necesario.
-Ya podéis bajar.-Nos avisa Luka, apagando el motor del todoterreno.
Ezra salta con la botella en la mano y se tambalea un poco antes de echar a andar. Scar se desliza hasta tocar el suelo con la punta de los pies.
Me siento en un bordillo y apoyo los pies en la rueda.
-¿Me dejas que te ayude?-Jaden extiende una mano y me aferro a ella.
Tira de mi y enrollo mis piernas en su cintura.
Peligrosamente se acerca a mi oreja.
-Estoy contento de que estés aquí.-Confiesa.
Agarra mi cadera con las dos manos y tira de mi hacia arriba, dejándome con la visión de su espalda. Mi barriga, apoyada en su hombro, rebotaba por el agetreo al correr. Doy patadas al aire en vano. Me río hasta llegar a la arena y me deja caer delante de él.
-Ahora viene la parte divertida.-Sube y baja las cejas.
Sus ojos brillaban en la oscuridad; algo sobrenatural. 
Luka pasa corriendo sin camiseta ni pantalones por nuestra derecha hasta tirarse al mar en plancha.
Jaden se desabrocha la camisa después de quitarse la corbata.
-No-Me niego de brazos cruzados.
-Si.-Sonríe, malicioso.
-No puedo mojarme la venda..-Pongo una excusa.
-Venga Dhana, no me seas puritana.-Dice Scarlett, intentando convencerme. Ya estaba desnuda, con la ropa interior de color azul eléctrico.
-No tienes nada que no hayamos visto antes.-Bromea Ezra.
Jaden se va corriendo cuando deja caer sus pantalones. ¿¡Es que aquí todos tienen cuerpos esculturales!?
Échale huevos Dhana. Ya has oído a Ezra: No hay nada nuevo que ver.
-¡Vente!-Gritan desde el mar, mientras se ahogan unos a otros.
Me desnudo dejando sólo un culot negro y un sujetador sin asas del mismo color al descubierto. Yo no tengo curvas, mas bien soy bajita y delgada. No hay más adjetivos para definir mi cuerpo.
Lo bueno era que no había suficiente luz cómo para dar detalle de él y me sentía un poco más cómoda.
Me reúno con ellos. El agua estaba caliente y me acariciaba la barriga.
-Mira quien ha venido... mi chica favorita.-Ezra me pasa un brazo por encima y con el otro levanta la botella para darle un gran trago. Le había subido a la cabeza pero eso ahora no importaba.
-Escuchad, quiero decir unas palabras.
Los hermanos Johnson paran de ahogar a Luka y me escuchan.
-Dame eso Ezra, lo voy a necesitar.-Le quito la botella y le doy unos cuantos tragos.
El silencio me abruma pero el alcohol me ayuda a soltar la lengua y los sentimientos. 
-Hmm... Me alegro de que estemos juntos, eso es lo primero. Veréis... Joder, que vergüenza. -Ríen pero sólo escuchan.- Os doy las gracias por no juzgarme y también por aceptarme en vuestra bonita amistad, realmente es un gran placer. En serio, no sé como agradeceros que me hayáis aceptado a pesar de saber de dónde vengo.
Las lágrimas me escurrían por las mejillas y se mezclaban con el mar. Pero eran de alegría; por una vez lo eran.
-Y también quería celebrar que soy feliz. Me siento feliz aunque no tenga nada ¿Sabéis? Quiero dedicar esta noche a  todas las personas que nos arrebataron y también quiero que les prometamos una cosa: Nunca nos rendiremos, porque somos unos verdaderos coñazos.
Scar llora en el hombro de Luka desconsoladamente y se que Jaden lo hace por dentro, por su hermano.
-Voy a dar todo de mi por ayudar.-Recobro el aliento.- Sólo quería que lo supierais. 
Levanto la botella bruscamente hacia el cielo y exclamo:
-¡Quitarme esto de las manos antes de que me ponga más sentimental. 

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