lunes, 4 de agosto de 2014

Capítulo 10 "Hermano"

-Adiós vacenilla.-me despido de ella.
Salgo de mi celda y subo por el ascensor hasta el Circulo.
Llevaba ropa limpia que Scar me había traído y una gran sonrisa al sentirme libre. Jake me pidió perdón y Gam me rogó que no dejara la misión. No tenía pensado seguirla, lo haré  por Gam.
Antes de reunirme con todos en el Circulo necesitaba hacer algo. Subo una planta más antes de la del Circulo hasta la biblioteca de los Rebeldes.
Paso y me dan mi carnet para poder llevarme libros pero no era precisamente lo que quería hacer. Realmente necesitaba saber sobre Hugo y mi familia, y si hay un sitio dónde encontrarlo es aquí.
Me escabullo en silencio hasta una puerta que ponía "Privado".
Supongo que ahí estarán los datos que busco. En efecto, busco por la M y encuentro una carpeta con el titulo de Familia Moore.
También recojo la carpeta de la Familia Gordon, así se supone que se apellida Hugo.

-Pero mira quien sale de la cárcel... si es la sanguinaria Dhana Moore.-brome Ezra.-Bienvenida, hoy te he preparado las natillas de chocolate que tanto te gustan.
-Uuuuh, para ser un borracho experto eres un As en la cocina.
-Tengo mis cualidades irresistibles.-Dice con tono chulesco.
-Hola.-Scar me abraza durante una eternidad.
-Scar, me estoy haciendo vieja.-Bromeo para que me suelte.
-Lo sé,lo sé. Ya tienes alguna que otra cana pero eso lo puede arreglar Luka.
Me río pero ella está muy ocupada abrazándome como para acompañarme, o simplemente no estaba bromeando.
-Bienvenida.-Luka me rodea con el brazo.
-Gracias, pero si te has cambiado el pelo.-digo sorprendida.
-¿Te gusta? Me apetecía cambiarme el color.-sonríe satisfecho.
Ahora lo tenía verde claro.
-Te queda realmente bien. Yo sigo igual como veis, siento que os hayan tenido que interrogar.
-Pero si ha molado mucho.-Ezra me anima.
-Pues a mi no... pensé que me chamuscarían el cerebro o algo con el detector.-dice Scar apenada y palpándose la cabeza.
-Sabes que nunca dejaría que te lo chamuscaran mi pichoncito.
-Te quiero mi osito amoroso.
Esto era muy raro, empezaron a darse "besitos de nomo" así los llamaba Scar.
-Lo que te decía, después me preguntan por que bebo.-me dice Ezra cansado de ver el mismo panorama todos los días.
Yo me río y me viene a la mente alguien.
-¿Y Jay?-pregunto.
-Está haciendo la compra. Han preferido que vaya él en vez de yo, mejor, con lo bien que me quedo en mi camita...
-¿Y cuándo volverá?
-Debería estar al llegar, y tú deberías ir a descansar y ha hacer pipi en un sitio digno.
-Tienes razón.-me giro hacía los enamorados.- Me voy a...-como veo que voy a gastar saliva para nada me despido de Ezra y me dispongo a dormir todo el día.
-Dile a Jaden que he llegado y que se pase por mi cuarto.
Me meto en el ascensor con tres personas más.
Cuándo llego a la cuarta planta me meto en mi cuarto y dejo los informes que cogí prestados en la biblioteca sobre de los Rebeldes sobre Bill Moore.
Quería investigar a fondo sobre Hugo y como mi padre lo encubrió.
Me doy una ducha en mi bañera, está como la dejé, reluciente. Me pongo algo cómodo y comienzo a leer. Pasan las horas volando, ya eran las 3 de la tarde y solo confirmo su apellido: Moore. Si realmente era mi hermano quería saberlo, quería saber si él lo sabe o si me apuntó con el arma sin saber nada acerca de nuestro parentesco.
Llaman a la puerta y supongo que será Jaden.
-Hola.
Supuse bien. Me observa como si no me viera hace meses.
-Te eché de menos.-me abraza levantándome del suelo.
-Y yo.-le devuelvo el abrazo absorbiendo su olor a hombre.
-Creo que nos quedó algo pendiente el otro día.-se mete las manos en los bolsillos.
-Cierto.
Con una mano que posiciono en su mejilla lo acerco a mí y le beso.
-Bueno, no me refería a esto pero creo que lo prefiero.-sonríe de oreja a oreja enseñado la fila de dientes perfectamente alineados.
-Lo de la cita...-me digo a mi misma poniéndome roja.
-¿Que son todos estos papeles?-pregunta entrando.
-Creo que Hugo es mi hermano.
Él se gira para ver si lo estaba vacilando pero estaba lo más seria que podía.
-Y tu hermano también lo piensa.-Me apresuro a decir mas que nada para que no piense que estoy loca yo sola.
-Eso es una locura, ¿Como va a ser tu hermano?-Hace una mueca.
-Ezra averiguó su apellido, Moore. No hay más Moores en el país que no sean mi familia. También a visto su partida de nacimiento y he hecho cálculos...
Creo que estaba sonando muy desesperada.
-¿Quieres tranquilizarte?-Me aguanta del brazo.-No tienes pruebas Dhana, no saques conclusiones precipitadas.
-Solo sé que lleva mi apellido y que nadie me había comentado nada sobre su nombre, ni él, ni Gam, ni nadie.-Me siento en la cama y me despejo la frente de pelo.
-Si quieren ocultar que él es tu hermano lo averiguaré. Te lo prometo, pero no quiero que te hagas ilusiones.
-Es que.. es que puede que no sea la rara de la familia. Alguien que se ha cambiado de bando, alguien en quien confiar.
-Puedes confiar en mí.- Me coge la mano y la sujeta entre las suyas.
-Me encanta cuando haces eso.-Sonrío.
-¿Lo que?-Frunce el ceño.
-Cuando me das la mano como si te perteneciera.-Me humedezco los labios.
-Ya me gustaría.-Se encoje de hombros.
-¿Recuerdas cuando nos conocimos? Tú me hablaste como si me conocieras de toda la vida y me dijiste "Confía en mi".
-¿Y lo haces?-Se acerca mas a mi y me acaricia la pierna.
-Lo hice desde el primer instante, antes de que me lo dijeras.
-Y aun te preguntas por que me gustas...
Me pongo roja el me da un beso en la mejilla.
-Ven, te he guardado un plato de sopa.
Me da unos segundos para recoger los papeles y guardarlos dentro de la almohada
-Buen lugar.
-Cosas de tu hermano, tiene unas ideas el cabrón...
Nos reímos y bajamos por las escaleras.
-Esto se puede considerar una cita ¿No?-Me meto una cucharada en la boca.
-Considerando que no te he traído flores y estás comiendo en una cocina al lado de un fregadero, no quisiera considerar esto una cita.
-Jaden, si tú supieras algo sobre Hugo me lo contarías, ¿verdad?-cambio de tema.
-Pues claro, siempre te lo cuento todo.-Dice obvio.
-Una parte de mi quiere que lo que Ezra me dijo sea verdad, y por otra no. Soy un desorden sentimental.-resoplo.
-Sé como averiguarlo, ¿Has buscado en la biblioteca?
-Si, de allí saqué los informes.
-Puede que no miraras en el sitio adecuado. Mañana, después del entrenamiento te acompañaré.
-Gracias.-le agradezco y me acabo la sopa.-Tengo que limpiar los cristales del despacho de Gam...-Digo levantándome con el plato en la mano.
-No has dormido nada, vete a descansar, yo me ocupo de los cristales.
-¿Seguro?-enarco una ceja.
-Sumarísimo, venga.
Me quita el plato de las manos y se pone a fregarlo.
-Te lo compensaré.-le doy un beso en la comisura de los labios.
Puede que le halla mentido un poco con lo que voy a hacer ahora, pero estoy segura de que cualquier persona estaría más preocupada de quien es su verdadero hermano que de descansar.
-Deseo ver a Hugo.-Me dirijo al guardia.
No tengo suficiente valor como para decir su apellido.
-Tienes 40 minutos.-Me recuerda sin darle importancia.
Toca un botón y se produce un pitido que hace abrir las rejas.
-Pero si es Dhana Moore... ¿Que te trae por aquí?-Me saluda sentado en el suelo.
-¿Puedo sentarme?-Pregunto amable.
-Mi celda es tú celda.-Se muerde una uña.
Me atrevo a sentarme delante de él, con la espalda apoyada en la pared.
-Tú dirás.-tose.
-¿Me puedes hablar de tu familia antes de llegar a aquí?-Pregunto rápido.
-¿Te han mandado interrogarme?-Estira el cuello para ver si alguien nos observa.
-¡No! no, no, para nada. Quiero saber sobre... sobre tus padres, si tienes alguna hermana o algo.
-¿Por que debería contártelo?
-Si lo haces te sacaré de aquí.-Digo con confianza.
-Está bien... no conocí a mi padre. Mi madre y mi abuela me criaron hasta que me fui de casa para unirme a los Rebeldes.
-Cuéntame sobre tu padre.-Insisto.
-¿Sabes? eres idiota, casi te mato y estás aquí hablando conmigo sobre mi desastrosa familia.
-Más que la mía no lo es.-Sonrío pero el no lo hace.
Se va a levantar pero lo agarro a tiempo de la muñeca.
-Por favor.-Le pido.
Bufa y vuelve a apoyar el trasero en el suelo.
-Por lo que mi madre me contó era un capullo, le hizo creer que la amaba y cuando mi madre quedó embarazada se dio cuenta de que él ya tenía una familia. No sé mucho más sobre él.
Las lagrimas bajan veloces hasta mi camiseta, pero solo se deslizan, no producen en mi ningún sollozo.
-¿Que pasa?-Arruga la frente.
-Soy tu hermana.-Las palabras se me atrancan y produzco un sollozo seguido de más lagrimas.
-Es imposible.-Niega con la cabeza.
-Tu verdadero apellido es Moore, he investigado y visto tu ficha.-Me tapo la boca con una las dos manos.-Todo encaja Hugo... todo.
Siento que no puedo con esto, los órganos se me retuercen y no paro de sollozar.
-Dhana...-Me llama  y levanto la cabeza.-Lo siento.-Rompe a llorar.-Siento lo que te he hecho, joder.-Da una patada a la cama y un puñetazo a la pared.
Yo me acerco y lo abrazo.
-Lo sé.-Le susurro
-Todo lo que hice era para ayudar a mi madre, quería el dinero para mi madre... eso no justifica nada. ¡Casi mato a mi hermana!-Exclama enfadado y vuelve a golpear todo sin parar de dar patadas a la cama.
-Ya no estas solo Hugo, ahora eres mi familia.




Me despierto con el ruido del timbre. Despego las sabanas de mi cuerpo y voy a abrir.
-Quiero...-Scar se interrumpe a sí misma cuándo me mira.
-¿Que pasa?-bostezo.
-Dhana, por dios, imagínate que fuera Gam... ponte un poco mas presentable.
Miro hacía abajo y estaba en ropa interior. Me gusta dormir así, es muy cómodo. La verdad me gusta estar desnuda por casa, es muy liberal y todo lo que sea liberal bienvenido sea.
-Se quedaría un poco cortado.-Bromeo.
-Hola, tú sexy amigo también está aquí,-me guiña un ojo.-bonita ropa.-Ezra me observa pervertinadamente.
-Gracias, ¿que queréis?-pregunto sin darle importancia a mi vestuario.
Ya me habían visto así, no vieron nada nuevo.
Alcanzo una sudadera y me la pongo.
-Tengo algo que anunciaros, te esperamos a bajo.
-Me ducho y voy.
Scar empuja a Ezra que supongo que estará esperando a que me de la vuelta para verme el culo.
-¿Quieres que te ayude a enjabonarte?-sube y baja las cejas rápido.
-Creo que no ¿eeeh?-aprieto los labios y niego con la cabeza.
-Venga, si lo hago muy bien, mira.
Mueve las manos en círculos. Más que un enjabonamiento parecía un paso de baile.
-Chao...-le doy una patada a la puerta y esta se cierra.
Como dije me doy una ducha y me visto para luego bajar por las escaleras.
Bajar por el ascensor es ahora todo un reto; siempre que subo en el algo pasa y como no voy a bajar con Jay prefiero no entrar.
Me reúno con ellos en la fuente. Había bastante gente, más que a la mañana.
Me siento en el bordillo de la fuente con las piernas a lo Indio,entre las piernas de Ezra.
-¿Has averiguado algo?-me dice al oído.
-No.-Miento.
-Scar, ¿lo vas a decir ya?-Ezra se desespera.
-Esperar, aún falta Jaden y Lu... Hablando del rey de Roma.-se cruza de brazos.
-Lo siento, estábamos acabando las tareas.-Luka le da un beso a Scarlett y se sienta al lado de Jaden.
-¿Has descansado?-me pregunta Jaden entre tanto alboroto.
-Hasta ahora.-me río aunque sea mentira.
No quería contar aun nada, por lo menos quería guardarme a mi hermano un poco más para mi sola.
-Vaya manera de dormir.-se ríe.
-Y no sabes como nos recibió...-resopla Ezra bromeando sobre mi ropa interior.
-¡Atenderme!-exclama Scarlett con Luka al lado.
-Queremos informaros de que....
Luka hace redoble de tambores con la boca y Scar contiene las palabras como si se acumularan al salir.
-¡Vamos a casarnos!

Capítulo 9 "Apuntando a mi cabeza"

Me miro los nudillos de las manos amoratonados y llenos de heridas.
-Te dije que no sería agradable.-Me habla Jaden desde atrás.
-Ya, bueno.-Encojo mis hombros y sigo la serie de golpes: derecha, izquierda,derecha...
-¿Quieres que te cure esas heridas? Te daré un descanso.
Estabilizo el saco y me apoyo en el recobrando el aliento.
-Puede que fuera de aquí seamos amigos pero dentro necesito un entrenador que me presione. Si tengo una papá nunca llegaré a nada.
Me mira serio unos instantes antes de hablar.
-Pues puede que yo no sea el indicado porque no puedo verte sufrir y pedirte que sufras más.-Se sienta en el banquillo mirando como vuelvo a golpear.-De todas formas, la primera semana es la peor, por lo menos lo fue para mí. Te duele cada musculo del cuerpo, te mareas con frecuencia y te destrozas las manos en el saco.
Y aún no empezaste las pruebas de combate cuerpo a cuerpo... Pero todo esto te será de utilidad.
-Gracias por animarme.-Agradezco irónicamente.
-Solo quiero que sepas lo que hay. Pero si quieres que te presione lo haré a cambio de algo.-Apoya las manos en el bordillo del banco.
-¿Qué?-Recojo la cuerda del suelo y salto repetidas veces cambiando de pierna.
-Una cita.-Humedece los labios.
Me dentengo y realmente sorprendida, repito:
-Una cita.
-Si.-Confirma, esta vez más avergonzado...
Me quito la camiseta sudada y después de secarme y echarme desodorante me pongo una limpia.
-¿Estás seguro de que quieres?-Me siento en sus rodillas.
-¿Por que no lo iba a estar?-Se encoje de hombros.
-Por que no quiero hacerte daño. Estas cosas siempre acaban mal.-Toco el aro de su labio con un dedo.
-Ya veo, eres de esas personas a las que por miedo se niegan a sentir.-Dice enfadado.-¿¡Por que no me dejas intentar hacerte feliz!?-Me grita, levantándose.
-¡Por que sé que yo no te puedo hacer feliz a ti!-Confieso subiendo el tono.
Se le hincha la vena del cuello y se avanza sobre mis labios para devorarlos. Me sujeta la cara son sus dos manos y me espeta sobre el saco de boxeo sin dejar mis labios ni un solo momento.
-Para.-Digo con la respiración  agitada.
Coloco dos dedos sobre sus labios.
-Acepto.-Sonrío.
-Bien.-Me recorre toda la cara a besos y yo me río.
-¿Solo bien?-Me hago la ofendida e intento salir de su agarre porque me hace cosquillas.
Entre risas, besos y forcejeos resbalo y me caigo.
Él se tumba encima mía apoyando el peso en sus manos.
-Hoy a las cinco pasaré a buscarte.
Levanto la cabeza apoyándome en los codos y engancho su labio entre mis dientes. Al verlo distraído me escapo por debajo de su  brazo.
-No llegues tarde.-Le advierto recogiendo mi mochila.
Él se sienta en el suelo y se abraza las rodillas mirando como me alejo sin borrar una media sonrisa de sus finos labios.
Me siento llena de adrenalina, como si pudiera con todo yo sola.
La verdad es que esto es muy duro, te preparan física y psicológicamente. Yo aún estaba en mi primera semana y como bien se ve estoy hecha polvo. De no hacer deporte a meterte en un estricto entrenamiento... tiene su merito que aún siga en pié.
Como quien dice solo llevo dos días y lo que he hecho a sido pegar puñetazos y patadas a un saco como Jaden me explica y hacer abdominales.
Él me informó de la programación que llevaré a cabo estas semanas:
Primero preparan tu cuerpo y luego te explican como utilizarlo en un combate cuerpo a cuerpo.
Luego te enseñan a usar una pistola.
A continuación asistes a clases especializadas como primeros auxilios y te vas estudiando el plan de tu misión. En esas clases te explican que hacer en caso de que algo salga mal.
Decido ir a la lavandería antes de comer, sino luego no me dará tiempo.
Pasé mi tarjeta por la rendija y la lavadora comenzó a lavar.Coloco la tina encima y me siento en el suelo ha esperar. No tuve tiempo de escuchar la música que Jaden había metido en el reproductor pero por suerte siempre lo llevo conmigo.
Pasan los minutos y las luces se apagan, me quito un casco para escuchar si alguien había entrado pero no veía nada y el único ruido que escuché fue mi respiración pienso que se habrá ido la luz.
Me levanto y guardo el reproductor.
La lavadora sigue funcionando y eso es preocupante...
-¿Hay alguien ahí?-pregunto pero no obtengo respuesta alguna.-Si es una broma no tiene gracia.
Unas manos me tapan la nariz y la boca con una tela áspera y el aroma de desprendía me hacía cerrar los ojos. No lo pude evitar, después de forcejear un poco me desmayé o me quedé dormida, a lo mejor hasta estoy muerta.
Abro los ojos lentamente, me pesan los parpados y estoy mareada.
Un sujeto está sentado delante mía pero no distingo su aspecto, lo veo borroso.
Me doy unos minutos para recuperar mi visión y encontrarme con el chico del baño, (ya le ha quedado ese nombre para los confines de la tierra). Intento levantarme pero a parte de no sentir mis piernas una fuerza me retiene.
-¿Que me has hecho, capullo?-Se me vuelven a cerrar los ojos y lucho por abrirlos.
-Tomate tu tiempo, hoy vas a tener un día muy ajetreado.-Dice con un tono burlón.
-¿Que quieres de mi?-Vuelvo a preguntar.
-Dinero.-Suelta recostándose en su asiento.
-Yo no tengo dinero.-Digo intentando mantener las formas.
-No quiero tu dinero si no el que puedo ganar a costa tuya.
Se levanta y aparta el mechón de pelo que se me había metido en la boca. Lo echa hacia atrás y acaricia mi cuello.
-Aunque podría aprovecharte antes...-baja la mano hasta mi pecho y antes de que llegue le escupo en la cara.
-Cuándo salga de aquí te voy a matar.-Digo furiosa.
-Eso no te lo discuto, pero la pregunta es ¿como piensas salir?-mira a su alrededor con los brazos extendidos.
-Mis amigos se darán cuenta de que no estoy.
-Se me olvidaba, les he dicho que te encontrabas mal y que querías estar sola en tu cuarto.
Lo miro con rabia.
-Jaden se lo ha tomado un poco mal, que mala eres ¿eeh? En vez de avisarle...
Este tío es odioso, demasiado odioso.
-Bueno, yo que tu descansaría, luego te tocara actuar como una buena chica.
-¿y si tengo que ir al baño?-pregunto.
-Pues te aguantas un poco.-suspira.
Pero aunque el tiempo aquí se me hace interminable mantengo los ojos bien abiertos a sus movimientos. Miro el reloj de su pared y si calculo bien llevaré unas dos horas y media. Me picaba la nariz y no tenía forma de rascarme, definitivamente eso es lo peor que te puede pasar.
Está llenando una mochila con sus pertenencias;cuando la cierra se la cuelga a la espalda y se dirige a mí.
-Bueno, quiero que te comportes, sin trucos. Llevaré este arma cargada debajo de la chaqueta y como vea algo raro no dudaré en disparar.
-No me vas a disparar.-le aseguro.
-¿Como estás tan segura?
Acerca mi cara a la suya cogiéndome por el mentón.
-Porque me necesitas, tu mismo lo has dicho, sin mí no hay dinero.-me atrevo a desafiarlo.
-Dulce,dulce Dhana... hay sitios donde puedo dispararte sin que te mueras. Bueno, sin que te mueras tan rápido.
Su aliento olía a menta y esos ojos casi negros me observaban con detenimiento.
-No te tengo miedo.-Entre cierro los ojos.
-Pues deberías.
Me desata de las cuerdas y me levanta con brutalidad. Me pone la pistola en la espalda tapada con su chaqueta y abre la puerta con una mano.
-Anda, y sobre todo sonríe.
Me costaba respirar, estaba asustada pero no quería que él se diera cuenta así que caminé como me lo pidió.
-Más rápido.-Me da unos golpes con la punta de la pistola en la espalda y acelero.
Bajamos las escaleras y saludo a algunas personas pero nadie se da cuenta de mi extraño apegamiento a ese chico. Me pregunto como se llamara... ¿será tan horrible como para no querer que la gente lo sepa? no creo, en todo caso se lo cambiaría.
Llegamos al Circulo e intenté localizar a alguien conocido con alguna esperanza pero había demasiada gente, era una entre cientos.
-Mierda.-Murmura y saca el arma para ponérmela en la sien.
Ahogo un grito, cierro los ojos y respiro lentamente intentando relajar mis músculos. "No tengas miedo, se valiente Dhana." ,pienso.
Vuelvo a abrir los ojos y hay unas seis personas apuntándome, o apuntándonos.
-Suelta el arma Hugo, no le quieres hacer daño.
Su nombre era Hugo, un nombre precioso sinceramente. Debería darlo a conocer.
Veo hacia los balcones de los pisos y hay más tiradores.
-Dhana, ¿estás bien?-Me preguntan a través de un megáfono.
-Si.-respondo en un suspiro y asiento.
-Bien, Hugo, no tienes escapatoria, solo suelta el arma y nadie te hará daño.-Intentan convencerlo.
Ya no puedo relajar mi respiración, sentía que me ahogaba y los pulmones se me estrechaban. No es la primera vez que tengo un ataque de Asma. Ya no aguanto de pie, las piernas me fallan y me escurro hasta el suelo.
-Hugo, déjame que le ayude, le está dando un ataque de Asma. Tú la necesitas viva y si no toma su medicina puede morirse.-La voz de Jaden que escucho apenas me tranquiliza un poco pero aun así el
 Asma aumenta. - Por favor Hugo. Tú la necesitas igual que yo, solo quiero ayudarla.
Me encojo en el suelo frío y veo borroso, los jadeos son frecuentes y hasta que recogen del suelo y me tiran a la fuente no paran.
Salgo a la superficie con el nudo del pecho desatado, y me tomo unos minutos para respirar con normalidad.
-Por dios... pensé que te perdía.-Jaden me abraza y me besa la frente mientras me acuna entre sus brazos.
Estaba metido en la fuente de rodillas sin dejar de abrazarme. Por encima de su hombro veo como se llevan a Hugo con unas esposas, seguramente para interrogarlo.
-Dhana, tendrás que acompañarme.-Gam me tapa la luz.
-Darle un respiro, acaban de apuntarle con un pistola en la cabeza.
-Lo siento pero ahora es una sospechosa y hasta que se demuestre lo contrario tendremos que encarcelarla.
-¿Encarcelarme? ¿Pero que he hecho? ¿casi me matan y ahora la culpa la tengo yo?-Me levanto con la ayuda de Jaden.
Escurro mi pelo y luego la camiseta.
-Si por mi fuera no habría problema pero yo no llevo ese tema sino Jake.
Dos escoltas me levantan literalmente del suelo para que salga de la fuente. Uno me cachea y el otro me pone las esposas.
-Ten cuidado, a ver donde tocas.-Le dice Jaden al escolta que me cacheaba sin quitarle el ojo de encima.-¿Nos dejáis unos minutos a solas?
El escolta que me sujetaba las manos lo mira indeciso.
-Es mi novia, ¿Puedo despedirme?-Enarca una ceja y yo me pongo roja. Por dentro sonrío pero sería un poco raro que lo hiciera por fuera.
Gam asiente y nos distanciamos un poco. Él pone sus grandes manos sobre mis mejillas y me mira a los ojos.
-Iré a decirles a los chicos que estás bien y te iremos a visitar. Te prometo que esto no va a quedar así.
Hablaré con Jake para que me deje quedar contigo.
-Jaden, eres un amor pero no hace falta, se demostrará que yo no era su cómplice... así que ahora soy tu novia ¿eeh?-Me muerdo el labio para no reírme.
-Lo dije por que sino no me dejarían hablar contigo pero puede que también fuera por cumplir una fantasía.
-Se ha acabado el tiempo.-El escolta tira de mi.
Me pongo de puntillas y alcanzo sus labios. Solo logro rozarlos porque no me dan más tiempo y él se queda allí quieto, sonriendo a medias y contemplando como me llevan.
-¿Que estaba haciendo a las 10:00 de la mañana?-Pregunta Jake.
-Entrenar, ya se lo dije, entreno todos los días con Jaden Johnson.-respondo con tono cansado.
Apunta algo en su libreta y se asegura de que él detector de mentiras esté bien colocado.
-¿Sabía lo que el acusado, Hugo, se tramaba?
-Cuando me desperté en una habitación el me dijo que quería ganar dinero a costa mía. Pero antes de eso no tenía ni idea.-contesto balanceándome en la silla.
-Vale, ya hemos acabado. Llevarla de nuevo a la celda.-Ordena a un guardia.
- ¿Otra vez?-Me quejo.
-si, hasta que interroguemos a el Señor Jaden Johnson  y sus respuestas concuerden no podemos soltarla.
Asiento cabreada.
-Aun por encima que os voy a conseguir vuestra maldita información me tenéis en una celda meando en una vacenilla. Pues genial ¿eeeh? ya me plantearé luego si quiero seguir con la misión.-Pego el chicle de bajo de la mesa.
-Señorita Moore, retire el chicle de la mesa.-me pide con paciencia.
-¿Si no lo hago me quitareis la vacenilla? -Bromeo.-¿Usted cree que si fuera una Facha limpiaría y cocinaría para vosotros? ¿Usted piensa de verdad que si lo fuera tendría amigos e incluso uno que me guste? ¿piensa que le daría la información que le di a Gam sobre mi padre? Si lo piensa váyase usted a la mierda. He renunciado a mi hermana por venir aquí, he renunciado a vida.
Y siento faltarle el respeto ( por que sinceramente yo no soy así) pero usted me lo ha faltado a mí primero.
Dejo que el guardia me lleve a mi celda. Ya llevaba aquí una semana y era lo peor. Pensé que los Rebeldes eramos una familia pero me están demostrando que esta familia tiene muchas lagunas.
Me tumbo en el colchón mirando el techo mohoso y pensando en lo que me harán por haberle dicho eso a Jake. Puede que me maten... no, puede que seamos muchas cosas pero no somos ningunos asesinos.
De ahí aún rato me avisan de que tengo visita.
-No quiero ver a nadie...-me giro para quedar enfrente de la pared.
-Eeeh, que yo soy el hermano guapo.
Ezra, como no.
-No estoy de humor.-vuelvo a hablar.
-Venga, traigo bebida.
No lo estoy mirando pero puedo jurar que tiene esa sonrisa pervertida en la boca. Me levanto y me siento en el colchón.
-Menuda mierda de agua te traen, o lo que sea eso.-le da una patada a la vacenilla.
-Es mi pis.-Digo cansada.
-Por suerte tu amor platónico Ezra Johnson te trae lo que necesitas.-abre la botella que se saca del interior de la chaqueta.
-¿Que tal todos?-pregunto después de darle un trago.
-Luka y Scar igual de cursis y empalagosos que siempre. Y bueno, mi hermano está enamorado.-me coge la botella de las manos.
-¿A si?-levanto las cejas.
-Si, se lo noto, un hermano nota esas cosas. Todo el mundo esta en su mundo de color rosas y yo sinceramente echaba de menos a mi compañera de copas, por eso me he acercado.
-Hmmm, ¿Me tengo que sentir alagada?-Bromeo.
-Mucho, ser mi compañera de copas es un cargo importante. Hubo un tiempo en que Luka lo era hasta que conoció a Scarlett. Estas fueron sus palabras de enamorado " Lo siento Ezra pero Scar llena el hueco que llenaba la bebida..." o una mierda así-Cita las palabras de Luka dramáticamente y no puedo reprimir la risa.
-Tú tienes más aguante que él. Bueno, la verdad es que no vine solo para meterme con los tortolitos y beber.-levanta la botella.
-No me lo digas: Querías ver lo irresistible que estoy con esta ropa.-Bromeo.
La verdad es que es ridículo, ¿por que tengo que vestir un mono naranja? ¿Para ser mas visible?
-Aún no te lo puedo negar era para decirte algo sobre Hugo.-se pone serio. Eso era preocupante.
-Ese tío es un capullo, casi me mata.-Vuelvo a robarle la botella de sus manos y a darle un gran trago.
-He descubierto su apellido; Hugo Moore.
Escupo todo el ardiente liquido de mi boca.
-No...-me niego a aceptarlo.
-Dhana, Hugo es tu hermano biológico.

sábado, 2 de agosto de 2014

capítulo 8 "Emociones"

Ayudo a Ezra en la cocina para preparar el menú de hoy.
-Nunca pensé que diría esto pero estoy harta de las celebraciones.-Suspiro, con tono cansado.
Dentro de poco es fin de año y ya estaba hasta la coronilla de tanta fiesta.
-Acaban cansando.Por cierto, ¿has decidido la respuesta?-Pregunta, mientras pica zanahorias.
-Si. Bueno, creo que si.
Me rasco la ceja con el hueso de la muñeca para no mancharme de jabón.
-Dhana, ¿puedes venir un momento?
Jaden se apoya en el umbral de la puerta, con los brazos cruzados encima del pecho. Me mira cómplice y yo intento que no se me note la emoción de verlo y lo acalorada que me sentía.
No sabíamos muy bien como llamar a lo que nos estaba pasando pero estaba claro que disfrutábamos el uno del otro. Desde del beso no hemos tocado ese tema pero no hace falta hacerlo; él me gusta y yo le gusto.
Tampoco es que hubiéramos hablado de otra cosa. En realidad solo nos miramos y sonreímos. Soy estupida, pero cada vez que me encuentro con eses ojos azules no puedo evitar serlo.
-No, no. Me niego a que me quites a mi ayudante. Búscate otra.-Niega, sin dejar de picar.
-Venga Ezra, será un momento. Gam quiere que le dé la respuesta.
Se me forma un nudo en la garganta, en la boca del estomago y en el estomago.
Pierdo las fuerzas en las manos y se me cae un vaso que estaba enjabonando en el fregadero.
-Lo siento.-Me disculpo por mi torpeza y rebusco los cristales a tientas por el agua y la espuma.
-¡Quieta!-Exclama Jaden dando un paso hacia mi. Ya es demasiado tarde.
-¡Auch!-Gimo del dolor.
Saco la mano y me encuentro con mucha sangre.Se resbalaba por el brazo hasta el codo.
-Iré a coger el botiquín.-Dice Ezra,tragando saliva.
Se había puesto blanco como el papel.
Jaden busca por las encimeras y los cajones un trapo para poder cortar la hemorragia.
-Es un corte de nada.
Meto el brazo debajo del agua. Cuándo puedo ver el corte limpio( antes de que se vuelva a inundar de sangre) el corazón me da un vuelco. Recorría toda la palma de la mano y era profunda. ¿Eso blanco es el hueso?
-Es solo sangre,Dhana, solo sangre. No te vas a morir.-Me auto-convenzo.
El sudor de mis manos no ayudaba.
Jaden me envuelve la mano en un paño blanco y espera conmigo a que Ezra vuelva con un botiquín,pero no lo hace.
-No encontré ninguno. He llamado a Linsed.
-¿A Linsed? ¿Tú quieres que me desangre?-Grié, histerica.
Ezra echo un vistazo al paño y volvió a ponerse blanco.
-Relájate; ella sabe lo que hace.
Sigue agarrandome la mano y yo espero una muerte segura.
Cuándo llega, su cara es un poema. Se ríe a carcajada limpia.
-¿Que te ha pasado, Moore?-Su voz radia felicidad y satisfacción.
Deja el botiquín en el mesado.
-Se ha cortado, ¿no lo ves? Basta de cháchara y ponte a trabajar.-Musíta, nervioso.
Hacia un rato que Ezra se había escabullido por la puerta principal.
-Tranquilízate que aún puedo dejarla desangrarse.
-¿Estás segura?-Frunce el ceño; me aprieta la mano.- Porque Gam la necesita a ella para una misión; una de las más importantes hasta ahora.
Ella se lo piensa y reacciona agachándose. Me coge la muñeca y me quita la venda.
Ezra entra de nuevo, más colorido.
-Esto te va a doler, y no te voy a mentir, voy a disfrutar. Pero es para desinfectar.-Me enseña un bote translucido que rezaba " Alcohol"
-Sé lo que es. Vengo del centro, no de otro planeta.-Bufo, inquieta.
-Ezra, tráeme una tina.-Pide volteando los ojos ante mi comentario.
Se lo trae en menos que canta un gallo y lo coloca debajo de mi mano.
Vierte la botella encima de la herida haciendo que salga la sangre seca y caiga todo el liquido en la tina.
Gimo del dolor y agarro la mano de Jaden. Se la aprieto tan fuerte que hasta le quedan las yemas de los dedos blancos. El dolor era horrible pero no podía quejarme; me lo tenía merecido por meter la mano.
Cuando sale toda la infección y está desinfectado, me echa algunas cremas y de más en el corte hasta acabar por vendarla.
-Esto ya está.-Se levanta después de guardar los utensilios en el botiquín.
-Gracias.-Le agradezco.
Ella se da la vuelta y se ríe irónicamente.
-Que te den.-Escupe las palabras con desparpajo.



Llegamos al ascensor y Jaden pulsa el número 7 para ascender hasta ella. Las puertas se cierran y todo se queda en silencio. Se gira hacia mi, con las manos en los bolsillos delanteros.
-Bueno, tampoco lo hice tan mal cómo para que no quieras hablar del tema ¿no?
Los mofletes se me tiñen de color carmesí al instante. Mantengo la mirada en cualquier sitio que no sea él.
-¿Que? No.no, bueno, si. Quiero decir...-Río porque estoy demasiado nerviosa como para encontrar palabras y formar una frase con sentido.-Tú lo has hecho bien y yo bueno, pues eso. Ya lo hemos hablado.
Se cruza de brazos, asiente repetidas veces y me observa tartamudear con una sonrisa en los labios.
-Ya.-Responde cómo si me entendiera y se dirige hacia los botones.
Toca uno y el ascensor se detiene.
-¿Que haces?-Pregunto, con un nudo en la garganta.
Me acorrala contra una de las paredes. No puedo respirar. Acaricia mis labios con el dedo gordo mientras que con la otra mano acaricia mi pelo. Yo trago saliva y me humedezco los labios agrietados. Luego, pega su abdomen al mío y mis pulsaciones se disparan.
Roza lentamente mi boca contra la suya y suspira encima de ella. Cierro los ojos a causa del placer que me produce. Mi aliento se mezcla con la suya y pego mi nariz contra la de él. 
Deshace el contacto de sus labios con los míos y se acerca a mi oreja. Roza con el labio inferior y luego susurra.
-Cualquier chico se moriría por estar tan cerca de ti cómo lo estoy yo.
Me hace estremecer. Se separa de mí;aún me palpita hasta los dedos de los pies.
Vuelve a darle al mismo botón y el ascensor reanuda su marcha.
Se gira y su azulada mirada me atrapa probocando que necesite la pared para no caerme.
-Pero tú,-Me acaricia la mejilla.- no te mereces ser el juguete de nadie. Yo no voy a tratarte como un objeto,Dhana. Ten presente que quiero intentar algo contigo.
No sé que responder. Un dolor caliente se apodera de mi barriga y noto lo sangre en las orejas.
 Por suerte, las puertas se abren dejando entra a un grupo de gente. Salimos de él y caminamos hasta el despacho de Gam en absoluto silencio 
La sangre aún no me llega al cerebro cuando él nos da permiso para entrar.
-Sentaros ¿Una taza de café?-Ofrece.
Siempre con sus tazas de café en un vaso de un pingüino.
Los dos la rechazamos.
-¿Has decidido tu respuesta?-Se aclara la garganta.
Miro hacía Jaden.Está colocado en esa pose suya tan desformal y sensual al lado de Gam.Él me guiña un ojo. Recuerdo lo que le pregunté después del beso:
>-Si acepto a pesar de tus consejos¿podrás perdonarme algún día ?
-No hay nada que perdonar. Es una manera muy bonita de demostrarte que te mereces estar aquí ¿Verdad?<
-Acepto, pero quiero algunos favores a cambio.
-Dime.-Apoya los codos en la mesa.
Está contento y sonriente; más que nunca.
-Quiero que rescatéis a mi hermana Alison. Que se venga conmigo cuándo vuelva.
-Dhana... eso es algo muy arriesgado. Yo no puedo meter a gente así porque sí.-Explica, con paciencia.
-Ella también es la hija de Bill, ¿no crees que Alison sabe cosas que a lo mejor yo no sé?-Intento convencerlo.
-Te elegimos a ti porque diste señales de ser una Rebelde.-Dice Jaden, apoyando a Gam.
Debería haberselo contando antes para que no lo hiciera. 
-Si no me puedo traer a mi hermana no contéis conmigo.-Apoyo todo mi peso en los reposa brazos y levanto el culo del asiento.
Gam se pasa ambas manos por la cara.
-Espera.-Da un sorbo a su café y prosigue.- Daré la orden de rescate pero no quiero problemas por su parte. A la mínima se irá.
Sé que con que se irá se refiere a drogarla y soltarla por el bosque desnuda para que nadie la crea. Lo sé porque lo he visto.
-Empezarás tú entrenamiento en un par de días.Jaden,-Lo señala con un movimiento de cabeza.- se ha ofrecido a acompañarte en la misión. Te convertiremos en una espía, tenlo por seguro.



Atravieso un guisante con el tenedor, lo cuál me recuerda a la cena con el General y me produce arcadas.
-Así que traerás a tu hermana ¿no?-Scar intenta entablar conversación.
-Si, si ella quiere.-Respondo.
-Claro que querrá. Estar aquí es lo mejor que le puede pasar.-Dice Ezra, mirandole el culo a una chica con vaqueros ajustados.
-Ya pero está muy unida a mi madre. Solo tiene 14 años y no sé si querrá abandonarlo todo por los Rebeldes.
-Tú lo has hecho.-Me recuerda Jaden.
Atrapa mi mano por debajo de la mesa.
-Yo no tenía nada que no quisiese perder.-Aprieto los labios y a la vez su mano.
Luka tose con fuerza poniendo el puño delante de la boca.
-¿Os apetece ir a la fiesta de mañana?-Pregunta, en un intento de cambiar de tema.
-Nada.-Respondo.-Estoy hasta el culo de tanta fiesta. Es solo un nuevo año, el General no va a dejará de darnos caza por eso.
Me limpio la boca con la servilleta después de comer, sin soltar la mano de Jaden.
-Tienes razón, ¿Por qué no lo celebramos a nuestra manera? Como aquel año.-Propone Ezra, con la mirada emocionada. Esta vez no es por el culo de ninguna chica.
-¡Si!-Exclama Scar, aplaudiendo tensa del entusiasmo.
-Ese fue el mejor Fin de Año de la historia.- Opina Jaden. Ha empezado a acariciarme la piel con su dedo.
-Alguien me explica...
-Es solo para mayores de 11 años.-Bromea Ezra, apartandome la cabeza con su mano para hacerme el vacío.
-Vete a la mierda.-Le echo la lengua mientras pongo cara de asco.
-Aprendes rápido.-Ríe.
-Ya lo verás, te lo pasarás genial.-Me sonríe su hermano, con la que creo que es su sonrisa más derretidora. Es un gesto que me vuelve loca viniendo de él.
-Dejarme las bebidas a mi.-Dice Ezra, con demasida chulería y confianza.
-Yo me encargo del coche. Es pan comido.-Luka rodea a Scar con el brazo.
Ezra aúlla y añade emocionado:
-¡Será el mejor Fin de Año de la historia, mucho mejor que el anterior!
Vuelve a aullar y nos reímos a carcajadas.
-¿Quieres callarte? Vete a gritar a otra parte.-El chico del baño se gira para mirarnos. Parecía un chaval tranquilo, de esos que no se meten en problemas. Al parecer no le gustaba el ruido.
-¿Que vas a hacer sino me callo? ¿eeh? Puto amargado...- Ezra refunfuña volviendo a llevar la botella a sus labios.
-¿Que me has llamado? Deberías ser un poco más educado.-Gruñe, levantándose.
-Hey, quieto.
Me levanto antes de que la situación se les vaya de las manos.
Scarlett agacha la cabeza y se muerde las uñas. Lo hace siempre que hay alguna bronca por medio.
-No buscamos problemas.-Le aseguro al chico manteniendo las manos en alto para relajarlo.
-Pero...-Ezra intenta defenderse, a lo que yo interrumpo.
-Pero tú tampoco.-Escruto su cara.-Haré que se calle.
El chico se lo piensa unos instantes, suspira y se vuelve sobre si mismo para dejar caer su cena en la mesa de enfrente.
Bajo las manos y vuelvo a sentarme bajo la atenta mirada de todos.
-Vayámonos a otra parte.-Propone Luka, notablemente molesto por el efecto de las peleas en Scarlett.
En realidad, Scar y él están hechos el uno para el otro.Son igual de inocentes y cursis con unos corazones de oro.




Llegó el momento de ir a hacer locuras. Si, Fin de Año. No sé a donde íbamos exactamente pero los seguiría a cualquier sitio al que nos dirijamos.
A las 7:00 en punto salgo del cuarto con un vestido de fiesta para disimular nuestra escapada, exactamente cómo habíamos preparado con antelación. Cinco minutos después el ascensor se abre silenciosamente. Supuse que serían ellos así que me metí dentro. Estaban uno al lado del otro mirando hacía la puerta. Ezra me sonríe cómplice.
-Bienvenida a tu primera juerga, Moore.-Lo dice lo suficiente alto para que escuche.
El color negro del traje de Jaden resaltaba sus intimidantes ojos azules. Miró hacia mi una vez y volvió la vista al frente con una sonrisa.
Me posicioné en el medio de los dos, un paso más adelante.
El trayecto se me hizo eterno hasta el segundo piso. Recordaba el contacto de sus cálidos labios encima de los míos y cómo me hizo temblar. En ese minuto no levanté la mirada del suelo ni por un descuido. De repente, siento un dedo acariciarme el muslo de arriba a abajo. Miro hacía Jaden, que tenía ambos brazos cruzados entre si. No era él el que me acariciaba...
-¡Ezra!-Le doy un manotazo en el hombro y él se ríe.
-¡Si te ha gustado! Soy todo sensualidad.-Sube y baja las cejas un par de veces.
Jaden aprieta los labios para aguantar la risa.
-Eres un cerdo.-Salgo del ascensor con rapidez y me encuentro con la guapisima Scarlett.
-Luka nos espera en la salida. Ha ido a por el coche hace demasiado tiempo ¡Dios, mi terroncito!...-Paró de hablar en seco cuando me miró.-¿Por qué estás tan roja?
-Mejor que no lo sepas. Venga, vamos.-La agarro del brazo y la meto en el ascensor muerta de vergüenza.
Ezra me lanza un beso y me guiña un ojo. Yo le hago el corte de manga, aún avergonzada.
Antes de poder largarnos de aquí teníamos que burlar al Guardia de turno. Scarlett se ofreció voluntaria.
Esperamos en la esquina y ella caminaba contoneando las caderas con la cremallera del vestido bajado.
-¿Le puedo ayudar en algo, Señorita?-Pregunta el guardia, notablemente intimidado y a la vez exitado.
-¿Me podrías ayudar con la cremallera? Creo que se me ha enganchado y no puedo subirla.-Su voz podía dejar embarazado a un tio en menos de ya.
Era realmente atractiva y tenía un cuerpo para lucir. Comparada con ella, yo era ridícula.
Lo distrae el suficiente tiempo cómo para que podamos salir y luego se reúne con nosotros.
-Le he dicho si me podía traer un vaso de agua, porque tenia mucho calor. Ha ido corriendo.-Rió, satisfecha y alagada.
Normalmente los guardias de la puerta principal no suelen pasar de los 30 años. Es una gran suerte para nosotras, bueno, para ellas.
Caminamos por el bosque en silencio, hasta un sendero de tierra donde Luka nos esperaba, subido en un todo terreno. Entre en el maletero y arrancó.
-¡Lo conseguimos!-Exclamo llena de energía.
-Esto solo acaba de empezar.-Ezra me pasa una botella tapada con una bolsa marrón.
Cuándo la cojo me sonríe y a continuación me vuelve a guiñar el ojo.
La música suena tan alta que te incitaba a bailar alocadamente. Eso fue lo que hizimos.Bailamos, cantamos, nos caímos al suelo del coche y bebimos. Me sentía llena de vida, incluso cuando sabía que en cualquier momento podrían descubrirnos y matarnos. Pero no, esta noche no voy a esconderme. Quiero sentirme libre como esos pájaros que vuelan tan alto como las nubes y cantan al cielo que no tienen dueño ni ataduras.
-¿Queda mucho?-Le pregunto a Luka por encima de la música.
-Ya estamos llegando.-Contesta, girando un poco la cara hacia mí.
Echo un vistazo a mi alrededor: Todo está oscuro y los árboles nos cobijan de la civilización.
-¿Preparada?-Me susurra Jaden en el oído.
Había aferrado sus manos a mis caderas de manera que mi nerviosismo creció. No por la sorpresa que me esperaba, sino por su contacto. Su aliento me golpeó en la piel.
No sabía a lo que se refería con estar preparada, hasta que el bosque se abrió como puertas al Cielo, dejándome disfrutar de aquellas vistas. Respiré hondo y olí la fragancia a mar.
-Es la primera vez que veo el mar.-Sonrío,emocionada.
Estaba oscuro pero la luna iluminaba lo necesario.
-Ya podéis bajar.-Nos avisa Luka, apagando el motor del todoterreno.
Ezra salta con la botella en la mano y se tambalea un poco antes de echar a andar. Scar se desliza hasta tocar el suelo con la punta de los pies.
Me siento en un bordillo y apoyo los pies en la rueda.
-¿Me dejas que te ayude?-Jaden extiende una mano y me aferro a ella.
Tira de mi y enrollo mis piernas en su cintura.
Peligrosamente se acerca a mi oreja.
-Estoy contento de que estés aquí.-Confiesa.
Agarra mi cadera con las dos manos y tira de mi hacia arriba, dejándome con la visión de su espalda. Mi barriga, apoyada en su hombro, rebotaba por el agetreo al correr. Doy patadas al aire en vano. Me río hasta llegar a la arena y me deja caer delante de él.
-Ahora viene la parte divertida.-Sube y baja las cejas.
Sus ojos brillaban en la oscuridad; algo sobrenatural. 
Luka pasa corriendo sin camiseta ni pantalones por nuestra derecha hasta tirarse al mar en plancha.
Jaden se desabrocha la camisa después de quitarse la corbata.
-No-Me niego de brazos cruzados.
-Si.-Sonríe, malicioso.
-No puedo mojarme la venda..-Pongo una excusa.
-Venga Dhana, no me seas puritana.-Dice Scarlett, intentando convencerme. Ya estaba desnuda, con la ropa interior de color azul eléctrico.
-No tienes nada que no hayamos visto antes.-Bromea Ezra.
Jaden se va corriendo cuando deja caer sus pantalones. ¿¡Es que aquí todos tienen cuerpos esculturales!?
Échale huevos Dhana. Ya has oído a Ezra: No hay nada nuevo que ver.
-¡Vente!-Gritan desde el mar, mientras se ahogan unos a otros.
Me desnudo dejando sólo un culot negro y un sujetador sin asas del mismo color al descubierto. Yo no tengo curvas, mas bien soy bajita y delgada. No hay más adjetivos para definir mi cuerpo.
Lo bueno era que no había suficiente luz cómo para dar detalle de él y me sentía un poco más cómoda.
Me reúno con ellos. El agua estaba caliente y me acariciaba la barriga.
-Mira quien ha venido... mi chica favorita.-Ezra me pasa un brazo por encima y con el otro levanta la botella para darle un gran trago. Le había subido a la cabeza pero eso ahora no importaba.
-Escuchad, quiero decir unas palabras.
Los hermanos Johnson paran de ahogar a Luka y me escuchan.
-Dame eso Ezra, lo voy a necesitar.-Le quito la botella y le doy unos cuantos tragos.
El silencio me abruma pero el alcohol me ayuda a soltar la lengua y los sentimientos. 
-Hmm... Me alegro de que estemos juntos, eso es lo primero. Veréis... Joder, que vergüenza. -Ríen pero sólo escuchan.- Os doy las gracias por no juzgarme y también por aceptarme en vuestra bonita amistad, realmente es un gran placer. En serio, no sé como agradeceros que me hayáis aceptado a pesar de saber de dónde vengo.
Las lágrimas me escurrían por las mejillas y se mezclaban con el mar. Pero eran de alegría; por una vez lo eran.
-Y también quería celebrar que soy feliz. Me siento feliz aunque no tenga nada ¿Sabéis? Quiero dedicar esta noche a  todas las personas que nos arrebataron y también quiero que les prometamos una cosa: Nunca nos rendiremos, porque somos unos verdaderos coñazos.
Scar llora en el hombro de Luka desconsoladamente y se que Jaden lo hace por dentro, por su hermano.
-Voy a dar todo de mi por ayudar.-Recobro el aliento.- Sólo quería que lo supierais. 
Levanto la botella bruscamente hacia el cielo y exclamo:
-¡Quitarme esto de las manos antes de que me ponga más sentimental. 

miércoles, 30 de julio de 2014

Capítulo 7 "Navidad"

El despertador sonó tres veces y tres veces lo he parado. Simplemente no quería levantarme así que volvía a hundirme en mi edredón.
Si me llegan a preguntar hace cinco horas, si deseaba que llegara la mañana de navidad, habría dicho que sí. Ahora estoy hecha un lio.
Por otra parte, si no bajo a desayunar el chocolate caliente, sospecharan y no quiero eso.
La conversación que escuché ayer, me hizo entender que a Jaden le importo más de lo que yo pensaba y que hay una misión esperándome fuera de aquí.
Me levanto para vestirme con un leggin negro, una camiseta del mismo color y una sudadera gris. Peino mi melena, intentando que esté presentable. Tenía las puntas estropeadas;  ya tocaba cortarlas. Luego me calcé unos tenis y salí a fuera con las bolsas de los regalos en cada mano.
-Buenos días, Dhana.-Saluda una señora que pasaba con un carro de la compra.
-Buenos días.-Le dedico una sonrisa.
Me detiene agarrando mi brazo con amabilidad.
-Toma, esto es para ti.
Me entrega una caja pequeña, que contiene unos pendientes preciosos.
-Eran de mi hija fallecida y me gustaría que ahora los tuvieses tú.
No es que me gustara llevar los pendientes de un cadáver, pero lo hizo con buena intención y no me gustaría deshonrar su memoria.
-Muchas gracias.-La abrazo como buenamente puedo y le deseo unas felices fiestas.
Bajo por las escaleras como una bala. Hasta me atrevo a deslizarme por la barandilla al final de ellas.
Actúa normal, tú no has oído nada, Dice mi subconsciente antes de acercarme a las mesas.
-Feliz navidad. Os he traído unos regalos.-Anuncio, levantando las bolsas.
Me siento al lado de Scar.
-Esta chica cada vez me cae mejor.-Dice Ezra, sorprendido por lo que había traído.
Pronto, un chico de unos veinte años me pregunta si quiero que me traiga un chocolate caliente y acepto cordialmente.
-A ver que me traes ahí, rubia.-Ezra cotillea en las bolsas y le doy un golpe en la mano.
-Te esperas como todo el mundo.-Scarlett lo imita.
Ella ya volvía a tener todos y cada uno de sus piercings en las orejas y nuevamente uno en la lengua.
Jaden estaba a lo suyo, con cara de pocos amigos y Luka tomaba el chocolate humeante a sorbos cortos mientras ojeaba las páginas de un libro.
-Este es para ti, Luka.-Le entrego esas botas negras que tanto le gustaban en una caja de zapatos (claramente envueltos.Mal, pero envueltos)-Para ti, Ezra.-Era un cuchillo y un libro de recetas; había pensado en un regalo chistoso.-¿Te gusta?-Sonrío, apunto de riéndome.
-Muy graciosa...-Entre cierra los ojos.- Aunque gracias por el cuchillo, este ya está muy viejo.
Lo saca del bolsillo trasero y lo deja encima de la mesa.
-Me encantan, Dhana. Muchísimas gracias.-Luka me abraza por detrás y me da un beso en la mejilla.
Su muestra de cariño me pone nerviosa, pero al ver que a Scar le da igual, relajo mi compostura.
-Este es el tuyo, mi querida Scarlett.-Se lo entrego y lo desenvuelve con ansia.
Bueno, lo suyo va más ayá que "con ansia".
-¡Una bruja!-Me señala al ver la lámpara de Neón.-¿Cómo sabes que la quería ?
-Tengo mis contactos.-Reímos después de mi intento fallido por parecer interesante.
Dejo al resto jugueteando con sus nuevos regalos y me levanto con el de Jaden en la mano.
Sus manos aferran la taza con tanta fuerza como para dejar los nudillos blancos. Me siento a su izquierda.
-Toma. Espero que te guste.
Lo dejo al lado de la taza y apoyo mi cabeza sobre mi mano esperando a que lo abra.
-No lo quiero, gracias.-Musita, borde.
Un escalofrio me recorre la espalda. Sus ojos ya no parecen tan azules cuando está enfadado.
-Pero me a costado mucho conse... Intento que entienda lo mucho que me he esforzado por hacerle ese regalo, pero me interrumpe.
-No quiero tu maldito regalo, Dhana.
Como si pasara un ángel, la mesa se queda en absoluto silencio. Atrapo mi labio tembloroso entre los dientes. ¿Habré echo algo ayer que le haya molestado?
-Ya veo.-Asiento con la cabeza, decepcionada y me levanto.
Cuando estoy de vuelta en mi sitio, ninguno habla y el ambiente está tenso. No tan tenso como yo, pero muy incomodo. Sentía unas inmensas ganas de llorar de rabia y gritarle que no era el único con problemas. Yo no tengo la culpa...
Agarré toda la dignidad que me quedaba he hice que hablara por mi.
-Ponte a la cola. Hay mucha gente antes que tú, dispuesta a joderme el día.
Scar se levanta con su taza de chocolate vacía y se dirije a la cocina. Le molestan estas situaciones.
-Bueno, ¿a quien le toca con los regalos?-Esbozo la sonrisa más falsa que puedo dedicarles.
Jaden se levanta enfurecido, tira el chocolate a la papelera y se va por la puerta principal.
No lo iba a perseguir para pedirle perdón, ni él iba a disculparse por el momento, así que será mejor no cruzarnos.

Gam, me llama después de mantener una conversación con Ezra, nuevamente sobre lo Rebelde que era con tan solo 11 años. Subo con él por el ascensor.
-Será un momento, solo queremos proponerte algo.-Pasa su brazo por encima de mis hombros.
Hace que me siente junto algunos de los lideres que no había visto nunca.
-Una misión. No irás sola y es muy simple. Unas semanas infiltrada en tu anterior vida. Necesitamos que recojas informes y que hagas cosas que solo la hija de Bill podría hacer por ser ella... aunque de eso ya hablaremos luego.-Carraspea.- Es tu decisión, si aceptas empezarás tu entrenamiento cuando acabe el año.-Gam le da vueltas a un bolígrafo, nervioso.
 -¿Puedo pensármelo?-Pregunto. Se miran unos a otros durante un minuto y asienten.
-Tienes 48 horas para pensártelo detenidamente. Luego no habrá marcha atrás.
¿Aceptaría o no? ¿Jaden me hablaría si lo hago? Si acepto me daría el privilegio de volver a ver a Alison y eso me haría feliz. Hasta podría venirse conmigo si se lo pido. Sé que a ella no le gusta vivir allí pero tampoco se queja. ¿Que habrá sido de Peter? ¿Se habrá encaprichado de otra chica o se quedó con ganas de mi? Me voy riendo por el camino y pensando en los pros y los contras que conllevaría aceptar o denegar.
 Al llegar a la habitación saco todos los regalos y los coloco al lado de mi mesita de noche: una botella de vodka, un pulsera de la mistad y un vale gratis por un tinte o un piercing.
Eran los únicos regalos agradables que había recibido en mi vida. Aún así, me faltaba Jaden, lo necesitaba, necesitaba saber que aún le seguía importando. La noche anterior se había portado tan bien conmigo que hasta me da ganas de no aceptar la misión por él. Una locura. ¿Desde cuando me dejaba manipular por un chico?Pero no, él se ha comportado como un imbécil. No voy a ser yo quien me arrastre por un simple chico y menos si la misión me permite volver a ver a mi hermana.
Petan en mi puerta y hago el esfuerzo de levantarme para abrirla. Al parecer se había cansado de esperar porque no había nadie fuera.
A mis pies, me encuentro con una caja mal envuelta en papel rojo; una nota descansaba encima. La levanto y la pongo encima de la cama después de cerrar la puerta.
¿Un regalo? ¿Será una bomba? Linsed sería tan retorcida como para hacerme una broma tan pesada. Aunque ya había superado su récord de no molestarme en unos cuatro días seguidos.
Al desenvolverla y, finalmente abrirla, me encuentro con un reproductor de música. Los cascos eran negros y colgaban del aparato.
¿Quién me había mandado esto?
Decido leer la tarjeta:
"No quiero pertenecer a la cola. Ni ser el primero ni el último de ella. Nunca."
Estaba segura de que era de Jaden y la verdad es que me hizo ilusión que se tomara esa molestia. Parecía una niña pequeña sonriendo como tonta tirada encima de la cama.
Se ha arrepentido y eso es lo que realmente me importa. No tengo claro lo que siento hacía Jaden ya que lo veo como un buen amigo, pero me hace sentir especial y me encanta estar tan cerca de él. No sé; puede que sea la forma en la que me agarra, su aroma a desodorante masculino adictivo, la forma en la que me habla...
No paro de recordar cuándo me acarició el pelo como si fuese oro o cuando me dio la mano por debajo de la mesa. Cada vez que lo hago el estomago se me estruja.
Puede que me guste pero no sé lo pienso decir. A lo mejor estaba bromeando cuando dijo que yo le gustaba. No pienso hacer el ridículo.
Cojo la bolsa con su regalo y decido tener el mismo detalle con él.
Subo hasta la quinta planta y timbro. Me vuelvo a meter en el ascensor con una sonrisa.  ¿Por qué me hace sentirme tan...tan... Adolescente? ¿Tan ridicula y genial?
Le había dejado una nota junto al regalo, que decía:
"Te espero en el bosque, tenemos que hablar"
No sé mucho sobre relaciones pero cuando una chica dice tenemos que hablar, se supone que es algo malo. Yo no soy una chica cualquiera; creo que ni me consideran una.
Me pongo la chaqueta vaquera y aprovecho que el guardia está distraído para salir a gatas.
Atravieso el bosque hasta llegar a la colina. Allí me tumbo escuchando el sonido del viento rozando las ramas de los árboles, a los cuales se le habían caído las hojas. Respiro profundo y se me eriza la piel. Juraría que aún las conservaban cuando llegué aquí.
El sonido de la hierba estrujandose probocó que abriera los ojos.
-Hola.-Saluda.
Su voz sonaba ronca y eso me hizo suspirar. Traía unas mantas dobladas debajo del brazo.
Me incorporo.
-¿Que escusa has puesto para que te dejara salir con las mantas? -Pregunto, curiosa, y me levanto para ayudarle extenderlas en la mullida y fría hierba invernal.
-Que tenía que arreglar un problema con una chica especial.-Dice, encogiendose de hombros.
Me mira a los ojos y yo me pierdo en su azul. ¿Cuando he dejado de respirar?
Se sienta a mi lado, apoyado en sus manos. Yo me coloco en frente, mirando hacía él, sin saber muy bien que decirle. Creo que ser sincera será la mejor opción.
-Antes de nada, quería decirte que escuché la conversación que tuviste con Luka ayer.
Bajo la mirada, avergonzada. Se revuelve en su postura, dispuesto a escucharme de verdad. Hacia mucho tiempo desde que alguien esté dispuesto a escucharme. Sienta bien. Sienta bien escuchar su respiración.
-Ya me han ofrecido la misión.-Alzo la mirada.-Para tu información, les he dicho que me lo tenía que reflexionar, asique no pienses que paso de ti.-Me adelanto a decir. Veia sus intenciones de hablar.
- Yo solo quiero que no te pase nada.-murmura en un hilo de voz.- Sé que aceptarás y me jode porque no puedo hacer nada para evitarlo.
Pone su espalda recta y deja de apoyarse en las manos para quedar más cerca de mí.
-Si vas, quiero ir contigo.
¿Conmigo? ¿Por qué tengo ganas de llorar y salir corriendo? Cierto, soy idiota cuando estoy con él.
Roba una de mis manos y entrelaza sus largo dedos con los mios.Mira mis ojos y luego baja a los labios. Siento una oleada de calor por todo el cuerpo y rezo porque no me empiecen a sudar las manos en este momento.
¿Sé está acercando? No, en parte soy yo la que me acerco.
-¿Te puedo besar?
Eso ya no era algo que yo pudiera o quisiese evitar. Mi cerebro se desconectó de mi cuerpo cuando me acarició el cuello.
Ahora no era el calor lo que se apoderaba de mi, sino los nervios del momento. Me lo ha preguntado y yo nunca he besado a nadie. ¿Podemos ser más pateticos? Corrijo ¿puedo ser más patetica? Él es sexy. Sus labios finos y entre abriertos son como imanes.
Asiento.
"No intentaré nada que no quieras que intente."
Con una mano, tira de mi cintua para acercarme y luego sujeta con la otra mi mejilla. Cuándo roza mis labios con un suspiro, una reacción rara se formó en mi estomago. Cierro los ojos; mis labios se apoyan sobre los suyos con dulzura y suavidad. Me acaricia el cuello hasta llegar, otra vez, a mi mejilla ardiente. Me retiro respirando su respiración. Abro los ojos.
Sus pupilas están dilatadas y me recorren la boca; yo no me quedo atrás. Necesito más ¿Por qué me abré apartado? Idiota.
Como si me leyera el pensamiento, atrapa con fiereza mis labios entre los suyos. Y aunque en el primer momento me quedé paralizada(... Joder, su lengua estaba dentro de mi boca... Como para no quedarme) ,le agarré del pelo para profundizar el beso.
Me atraía demasiado; eso era peligroso.

lunes, 21 de julio de 2014

Capítulo 6 "Noche buena"

Pensandolo friamente me di cuenta de la locura que Jaden y yo habiamos echo, pero no me arrepiento. Hemos sido valientes.
Salgo de la ducha y me seco el cuerpo con una toalla áspera. Me detengo unos minutos frente al espejo y reparo en mi cuerpo. He perdido peso; tengo la cara menos rellena y las piernas más huesudas.
No pierdo más tiempo y lavo mis dientes. Sin querer, me encuentro con las pastillas de las que depende mi vida.
Recuerdo la última vez que me tomé una para detener un ataque de Asma. Fue el día que Alison me dijo que me apoyaba. Recuerdo las palabras exactas sobre mi nuca: " Estoy contigo Dhana, solo quería que lo supieras"
Se me forma un nudo en la garganta y tengo que guardarlas dentro del armario para deshacerlo. La echo de menos; tanto que me duele.
Salgo del baño envuelta en esa toalla tan bruta.
Scarlett me espera encima de mi cama llena sus vestidos.
-A ver, tengo uno amarillo y otro rojo ¿cuál?- Los levanta para mostrarmelos.
-El rojo.-Señalo con un leve movimiento de cabeza.
-Me tendrás que ayudar a quitarme los piercings.-Bufa toqueteandose las orejas.-Es un banquete especial;tengo que ir elegante. Deberías quitarte el tuyo.
No pongo objeciones porque la verdad me estaba molestando bastante; casi que lo agradezco.
Nos posicionamos frente al espejo del baño y comienzo a desenroscar las tuercas dejandolas encima del lavabo.
-¿Que vestido llevarás?
-Pues el que le compré a aquella mujer, Scar.-Contesto.
La verdad es que pensaba que se pagaba con dinero, pero aquí eso no vale.
Utilizan una tarjeta electronica con la que van juntando la paga que consiguen por hacer trabajos para el Hotel. Me han dado la mia hace unos dias y la he utilizado para comprar el vestido y los regalos de Navidad.
Scar sale del baño para que me pueda cambiar: me pongo la ropa interior negra y el vestido blanco sin escote. Es sencillo, no como los vestidos de Scarlett, que no dejaban campo a la imaginación. Al principio me pareció demasido ajustado y demasido corto, pero ahora ya estaba comprado por lo tanto, decidí no decirselo.
-¿Me lo abrochas?-Le pido andando de espaldas a ella.
-Claro. Estas preciosa,Dhana.
-Gracias, tú tambien lo estás.
Tiene un cuerpo digno de admirar. Lleva un vestido negro de encaje ceñido con unos tacones de dos metros, tambien negros.
 Le permito que me recoja el pelo en un moño despeinado y luego, queme eche una suave capa de maquillaje ( ¿de donde sacará todo esto? ¿Le pedirá a algún misionero que lo traiga del Centro?)
Me sorprende lo rápido que acabó ella y la dedicación que le puso a mi aspecto.
-Listo.-Anunció despues de pintarme los labios de color rosa palido.-Bajemos ¡Mi terroncito me espera!
Sale corriendo con los tacones en la mano y yo vacilo antes de ponerme los que me ha dejado.
Debo de parecer idiota.


 Bajamos por las escaleras; yo siguiendo sus pasos con las manos sudorosas. En el pie de ésta, se agacha para subirse a los tacones y la imito intentando no quedarme atrás.
Me tambaleo unos segundos y luego echo andar lo más recta posible.
-¡Luka!-Exclama con la emoción a flor de piel. Él se gira con una copa de champán en la mano.
El pelo azul está levemente peinado hacia atrás y a pesar de que el traje es muy elegante, se nota que la chaqueta es una o dos tallas más pequeña.
Tomé aire y recé mentalmente para pasar lo más desapercibida que pudiera.
El Circulo estaba atestado de gente que luce sus mejores galas. Debe de ser un día muy importante para ellos y a mi me hace la misma ilusión poder rodearme de personas honestas (o casi todas).
-¿Una copa?-Me ofrece Ezra.
Él tambien lleva un americana negra con una corbata a juego y colgando de sus caderas, unos pantalones vaqueros.
-No,gracias. No bebo.-Rechazo su proposición.
Me da un repaso con la mirada y se detiene en mis piernas sin disimular. Intento bajar el vestido en vano. Debería haberme puesto unos vaqueros, pienso.
-Es verdad, tienes 11. Que desconsideración por mi parte.-Bromea y bebe de su copa.
Observé lo relajado que se le veía mientras tragaba aquel brebaje y la envidia se apoderó de mi y de mis nervios.
-Al cuerno.-Murmuro a la vez que cojo su copa sin pedir permiso y apuro lo que queda del alcohol.
-Joder, y eso que no bebes; si llegas a hacerlo...-Deja la frase en el aire arrebatandome su copa vacía y se va a por más; supongo.
De un momento a otro me encuentro sola, mientras que todo el mundo comparte palabas, risas, saliva o lo que surja. 
Me abstengo de preguntar por Jaden; seguramente llegará pronto pero aun así,me permito echar un vistazo.
¡Bingo! No puedo evitar quedarme embobada viendo lo impresionantemente elegante que está. Ahora me doy cuenta de lo atractivo que puede llegar a ser con una pajarita, una camisa blanca y unos tirantes que sujetan el borde del pantalón negro. ¿Por qué me siento tan acalorada?
Está hablando con Linsed y se ríen de algún comentario que ella ha pronunciado. Solo puedo sentir asco viendolos actuar como si nada pasara. Me cabrea que a pesar de los acontecimientos tan recientes le hable.
Para el carro, Dhana. Tú solo eres su responsabilidad, ella es su amiga; me recuerda la bocecita chillona de mi cabeza.
Tiene tanta razón como asco me produce ella.
Jaden mira hacia aquí y me pongo roja al instante; me ha pillado espiandolos. Idiota.Aparta la mirada.¡Hazlo ya! ¡¿No ves que se está acercando!? ¡Huye!
Una niña con dos trenzas colgando de la cabeza, tira de mi vestido haciendo que separe los ojos de Jaden.
-Chica, la señorita Marlow me dijo que fuera a hacer música. ¿Sabes tocar música?
-Si...-Afirmo aún distraída.- ¡Si! claro que sé.Vamos.
Pensé que no podría escapar de esta situación ¡Vendita niña!
-¡Dhana!-Sigo andando aun que le escuche.
Este año, ha llegado a los oidos de la Señora Marlow, que llevo desde los 6 años con un profesor cualificado aprendiendo a tocar música que no me llena. Mi madre siempre decía que era elegante y que una mujer debe tener ciertas cualidades.
En conclusión: Me ha pedido que acompañe al coro de los niños con el piano y no he podido negarme. Hasta ahí todo bien, pero era la primera vez que tocaba para tantas personas y los nervios se notaban.
Subí al altillo, estratégicamente colocado para el anual discurso de Gam y la actuación.
Eché un vistazo al público mientras colocaba las partituras que la Señora Marlow me había entregado. Scar me saludó con ansia y Ezra gritó algo que deseé no haber oído sobre mi culo.
Las conversaciones se fueron apagando y dí gracias por permanecer en segundo plano.
La Señora Marlow no tardó en darme la entrada; yo me centré en mis dedos temblorosos.

Me permití echar un vistazo a la gran mesa entre la presentacíon de una canción a otra. Ezra levantó su copa como signo de saludo; es un buen chico. Me ha guardado un sitio entre su hermano y él. Aun que suene estupido no tengo ni un interés en mantener una conversación con Jaden; me ha dolido lo rápido que se ha cambiado de bando. Si es que alguna vez a estado en el mio.
Los niños acaban de cantar y todos aplauden; me levanto mecánicamente saliendo del foco de atención lo más rápido que me permiten los tacones.
- No te lo voy a decir.-Luka no cedió ante las caricias que Scarlett le proporcionaba en el cuello.
-Por favor.-Insiste alargando la palabra y repitiéndola una y otra vez.
-Te esperas como todo el mundo.-Bufa Ezra, jugueteando con su copa. Ella le echa la lengua pero parece no importarle.
-¿Que me he perdido?
Apoyo una mano en su hombro para avisar de mi presencia. Ezra se sobresalta un poco.
-Oh, hombre ¡Pero si es Beethoven!-Sonríe y retira la silla hacia atrás, para que me siente.
Cuesta creer que Ezra y Jaden sean hermanos; son muy diferentes en todos los aspectos.
-Gracias.-Sonrío con amabilidad.
Charlamos un rato sobre temas triviales y ignorar a Jaden no se me daba tan bien como esperaba.
-Cuéntanos Dhana, ¿Que es vivir con un asesino?-Pregunta Ezra, con tono misterioso.
Me pilla con la guardia baja mientras bebía. Trago el champán con dificultad.
-Ezra...-Scar lo mata con la mirada.
-No, no, está bien.
Juraría que me he puesto de un color alarmante. Todas las miradas se centran en mi.
- Es dificil. Nunca me he sentido apoyada por nadie. Al principio pensaba que me estaba volviendo loca.-Rio para calmar el ambiente.- ¿Como mi padre podía hacer cosas malas? Era impensable para mi. Luego Darren murió y yo maduré. La respuesta a tu pregunta es más sencilla; te sientes: Sola, en una carcel, aterrorizada a hablar. Coloco bien la servilleta en mi regazo, como escusa para secarme el sudor de las manos.
-Debió ser terrible.-Opinó Luka.
-Pero ahora ya estoy aquí y me siento bien.-Sonrío efusivamente para seguir comiendo mi tarta de chocolate.
Aprieto la servilleta con más fuerza.
Los dedos de Jaden  hacen que la suelte y se enredan en los míos. Acaricia de arriba a bajo con su dedo gordo. Por muy enfadada que esté con él no puedo evitar corresponderle ese cálido efecto de  apreci. No de compasión, solo de aprecio. Con esto interpreto que quiere decir que no estoy sola.

Ezra me ofrece alcohol todo el rato y en algunas ocasiones se lo acepto. Un día es un día.
-Solo tiene dieciséis y nunca había bebido antes. Para de ofrecerle.-Le regaña Jaden apartando la copa de mi vista.
¡Ni que el fuera tan mayor! Tan solo me llevaba un año o dos como mucho.
-Un poco no le hace daño a nadie.-Intenta restarle importancia.
-Ya claro.-Me mira.-No tomes más, luego te encontrarás mal y él no va a ser el que te ayude a llegar a tu habitación precisamente.-Se asegura de decirlo lo suficiente alto como para que Ezra lo escuche.
-Está bien.-Me echo más agua en mi copa.
Cuando abren la pista de baile Luka le propone a Scar bailar y ella acepta encantada.
-Iré a buscar más de esto.-Anuncia Ezra.Sacude la botella vacía y se levanta.
No... mierda. No quiero quedarme a solas con Jaden.
Se forma un silencio incómodo y bebo unas tres veces para no tener que empezar la conversación.
-Te queda bien ese vestido.-Dice, colocando los pies en el travesaño de mi silla.
-Tú también estás bien con ese traje.-Sonrío con un nudo en la boca del estomago. Se me da muy mal contestar a los cumplidos.
Me aclaro la garganta y miro a un punto fijo en la mesa recordando lo furiosa que estaba antes con él. Ahora contesto a sus cumplidos como una estupida.
-Una pregunta, ¿Fue un alucinación o te importa una mierda lo que Linsed me hizo?
Giro la cara hacia él, que hasta el momento, mantenía una sonrisa demasido atrevida.
-Ella me vino a hablar y no iba a ser descortés.-Suspira.-Además, Linsed es mi amiga desde hace mucho.
-Ya.
"Lo que yo decía antes..."
Ladea la cabeza y me acaricia el pelo mientras me observa como si fuera una criatura extraña.
Sus ojos son tan azules y alegres que te animan con solo mirarlos.
-¿Te gustaría bailar conmigo?-Pregunta en un intento de cambiar mi humor.
-Vale, pero te voy a pisar.-me levanto bajandome la falda del vestido.
-Me han echo cosas peores.-Contesta socarrón.
-¿Como agujerearte el labio?-Bromeo.
No lo llevaba puesto.
-Como eso.-Ríe y peligrosamente me agarra la mano para guiarme hacia la improvisada pista.
Me posiciona frente a él, mirandome desde todo lo alto que era. Coloco mis brazos encima de sus hombros. Él me rodea las caderas con sus firmes brazos y yo me pongo rígida de inmediato.
-Tranquila.-Se acerca a mi oreja.-No bajaré mis manos.-Y se vuelve a separar con una sonrisa maliciosa.
-No me lo esperaría de ti.-Digo sarcásticamente, exagerando mis palabras.
Nos movemos al ritmo de la música lenta y me dejo llevar por él.
-Me gusta esta canción, ¿No te parece una forma magnifica de expresarse? La música es increible.-Susurré.
-Lo sé. Es fácil caer rendido a sus pies ¿Verdad?-Sus manos me acarician levemente las costillas.- Tienes buen gusto; esta canción es un clásico de Sinatra. Era la canción de mis padres; solían bailarla en el salón de nuestras antigua casa.
-Bueno, estoy dispuesta a que me enseñes tus gustos musicales cuando quieras.
-No.-Niega con la cabeza y moja sus labios. Ehca un vistazo al orizonte y vuelve a impactar su mirada en la mía.- Tú vas a crear tus gustos y yo voy a ayudarte. ¿De que serviría si te dijera que Frank Sinatra ( por poner un ejemplo) era el mejor entre los mejores? Te incitaría a pensar eso aunque en un principio no lo hagas.
Lo entendía. Me estaba mostrando una metafora. Quería decir que con él podía ser quien quisiera ser y me agradaba esa seguridad.
No contesté; me quedé mirando lo seguro que era y lo tonta que yo parecía.
Sus manos se aferraban a mis huesudas caderas y las movía de un lado al otro, al ritmo de la música. Sin darme cuenta su pecho estaba pegado al mio y no había echado a correr.
-¿Esto es lo que haces con cada chica nueva?-Mumuré en un estado de relax.
Frunce el ceño y me echa una mirada que decía "¿Qué?" a gritos.
-La tratas bien, la haces sentir especial...
Me interrumpe con una leve risita y me parece el sonido más bonito que pudiera escuchar.
-¿Te hago sentir especial?
Su ceja enarcada me tira de la lengua y ya estoy roja como un tomate.
 -...Le dices que sus ojos son bonitos y luego las envelesas bailando con ellas.
Vuelve a reírse, esta vez, echando la cabeza hacia atrás. Se le marca la nuez.
-No te rías.-Le empujo intentando no reírme.
-Vale, vale.-Dice, tranquilizandose.- Creo que eres especial y que tus ojos son preciosos. No te voy a mentir diciendo que no me gustas. Joder, ¿como no me vas a gustar, Dhana? Eres la chica más dulce y luchadora que ha pasado por aquí.
Me quedo sin respiración y ahora, apuesto a que estoy blanca como el papel. ¿Me está mintiendo? No veo la razón por la que debría hacerlo.
- Estaría loco si no me gustaras.
La canción estaba apunto de finalizar y mis brazos ya no aguantaban más al rededor de su cuello. Tan suave como las nubes...
Vuelve a mirar por encima de mi hombro.
-Pero como no quiero que te asustes y te distancies, te diré que me gustas sólo como amiga.
Dicho esto me da una vuelta sobre mi misma y Ezra toma su relevo.


Le hice un favor a las personas que recogían todo y les ayude. Eso me llevo como una hora y todos  habían ido a dormir. Jaden insistió en acompañarme pero me negué; se tomaba demasiadas molestias conmigo.
Bueno, puede que ayudara lo cohibida que me sentía ahora con él. No quiero derretirme en sus brazos; no creo que eso sea lo correcto.
Agarré mis tacones con una mano y con la otra marqué el número 4 en el ascensor. Ascendí canturreando una canción muy pegadiza hasta que las puertas se abren.
Estoy apunto de girar la esquina cuando Jaden y Luka me sorprenden. Estaba embarcados en un conversación y tenía la sensación de que debía escucharla. 
-Me da igual, tío. Se lo quiero contar ya.-Jaden bufa, airado.
-No puedes. No estás autorizado para dar esa información.
Luka parecía sensato. Por lo menos su forma de decir las cosas era de manera sensata.
-Me da igual. Ella es demasiado buena para esto.- Se revolvió el pelo.-¿Sabes? Le gusta la música.-Recuesta la cabeza contra la pared y sonríe.-Y es muy inteligente, las pilla al vuelo.
Él desliza la espalda por la pared hasta sentarse. Luka lo imita.
-No eres el único que le a cogido cariño, Jay.-Apoya una mano en su rodilla.
¿Estarán hablando de mí? Oh, Dhana, no seas egocentrica, pienso.
-Podemos hablar con Gam y decirle que no está preparada para eso.-propone Jaden, despues de una leve pausa para pensar.
-Sabes que por eso no habrá problema: en unas semanas la tendrá lista.
-Pues iré con ella. No pienso dejarla sola; no voy a fallarle. Si su padre llega a tocarla una vez más, lo mataré.
-Gam te necesita en otro sitio Jaden.-Intentó que entrara en razón.-Además, no está confirmado que vaya a ir. Es decisión de Dhana. Le darán a elegir, tú serás un buen amigo y la apoyarás como haremos todos.
-Pero...-Resopla.- Ya no sé me ocurren más  "peros".
-Mira, esto es lo que sucederá: Le propondrán la misión, si acepta se preparará y tú respetarás su decisión como todos lo hicimos en su momento contigo.
-¡¿Y si no quiero respetar su decisión simplemente porque es una locura?!-Eleva la voz, cabrado.
-Pues pensará que eres un egoísta que no respeta sus decisiones.-Traga saliva
 A continuación se levanta, listo para marcharse a la cama.
-Algo mucho peor: pensará que tú-lo señala.-piensas que no es ni la mitad de fuerte como para ser una Rebelde.

Capítulo 5 "Fobia"

No me quito de la cabeza a Darren. Evito a su hermano como si la vida me fuera en ello porque simplemente me recuerda demasiado a él. Es un poco difícil no encontrármelo pero intento pasar el menos tiempo posible junto a Jaden.
-¡Dhana!-Me grita Scarlett desde atrás.
Ayer me quedé hasta tarde pensando en lo ocurrido, sin poder conciliar el sueño por mucho que daba vueltas. Hoy estoy estremadamente irritante.
-No estoy sorda, solo de espaldas.- Susurro.
Me pellizco el puente de la nariz pero rápidamente saco la mano. Mi padre lo hace constantemente.
-Lo siento, es que estoy muy emocionada.-Me agarra las manos y salta.- ¡Dentro de muy poco es navidad!-Canturrea y yo me río.
Ya me ha levantado el animo; así es Scar.
-No sé que regalarle a mi pichoncito...-Suspira exageradamente y superpone su labio inferior al superior.Se sienta en el bordillo de la fuente.
  En mi casa se celebra la Navidad: Cenamos con las familias de los compañeros de trabajo de Bill y luego compiten (indirectamente) por el regalo más caro. Por lo que me han informado, las navidades aquí son muy diferentes.
-¿Qué le regalo?-Apoya el codo en su rodilla y el mentón en su muñeca, sujetando así la cabeza.
-Estas preguntando a la persona equivocada.-Puntualizo con una sonrisa y coloco una bola en el árbol de Navidad que habían instalado en el centro del Circulo.
-¿Por qué?-Frunce el ceño.
-No soy buena con los regalos y menos con los chicos.
-Ni yo. Nadie los entiende pero por eso me gustan tanto.-Su risa suena aguda aunque agradable y dulce.
Bajo las escaleras una por una con la caja de cartón ahora vacia. Me aprieto bien la coleta en cuanto tengo las manos libres.
-¿No has pensado en hacer algo con tu pelo?-Pregunta ella revisandose las uñas pintadas de negro.
-Dime una razón por la cual debería hacerlo.
Estaba segura de que me soltaría alguna de sus locuras. Apoyo ambas manos en las caderas y ladeo la cabeza esperando su disparatada respuesta.
-¿Te encuentras mal? ¡Necesitamos un medico!-Exajera su preocupación, me toca la frente y pone una cara dramática. Las personas se paran para ver lo que pasa.
-Baja la voz, la gente nos mira.-La obligo a bajarse del bordillo de la fuente tirando de su antebrazo.
-Si tuvieras el pelo teñido no lo harían.-Concluye llena de razón.
No puedo evitar reirme. Me agacho para coger una caja llena de adornos navideños que sobran. Desgraciadamente alguien le da un puntapié y las bolas ruedan en distintas direcciones.
Llevo mi vista hasta todo lo alta que era ella. Linsed ni se molesta en disculparse por lo sucedido. 
-Hey ¿A ti que te pasa?-Rujo notablemente enfadada.
-La pregunta es ¿Qué te pasa a tí, Moore?-Se pabonea y al instante me da asco.-Recógelo que para eso estás.
Se da media vuelta.
-¿Qué?
Estoy apunto de correr hacia ella y darle lo que se merece pero Scar me agarra del brazo.
-Déjala Dhana, te ayudaré a recogerlo.-Intenta tranquilizarme.
-Si,Dhana.-Imita su voz dulce.-Hazle caso a la traidora de tu amiga.-Nos dedica una vomitiva sonrisa.
Puede meterse conmigo todo lo que quiera porque yo sé defenderme pero que ahora vaya a por Scar me consume. Ella no dice nada y sigue arrodillada recogiendo las bolas con unas ganas tremendas de llorar. Agarro una bola y se la tiro a la cabeza lo más fuerte que puedo.
-¡Maldita Facha!-Grita masajeandose la zona afectada incitando a las miradas curiosas.-¡Te voy a matar!- Avanza con velocidad hacia mi.
El impacto de su cuerpo contra el mio me tira al suelo. Forcejeamos y rodamos por él hasta que consigo sujetar su pelo y ella el mio. Tira con tanta fuerza que se me saltan las lágrimas. Cojo la ventaja suficiente como para sentarme a horcajadas de ella y le proporciono una bofetada con todas las fuerzas que reuno.
-¡Eres una puta!-Bufa aguantandose la mejilla pero con eso lo único que conseguía era cabrearme aun más. Me descontrolo. No pude parar de pegarle. Ella tambien consigue darme más veces de las que puedo contar.
-¡Que alguien las separe!-Exclaman a mi alrededor.
-¡Dale fuerte!-Animan.
Cuando le estrecho el codo contra la mejilla, alguien me rodea la cadera para separarme.
-¡Tú si que eres una puta!-Escupo atizando al aire.
Levantan a Linsed del suelo. La nariz le chorrea sangre por el codazo que yo le había dado con mucho gusto. Intento sonreirle cinicamente pero tengo el labio partido y me escuece.
-¡Casi me mata!-Exagera taponandose la nariz con la manga.-Es igual que su padre ¡Una asesina!
Las miradas se centran en mi, patidifusas.
-¡Ha empezado ella!-Me intento excusar.
-¿Qué está pasando aquí?-Gam emerge a empujones entre la gente.- Sabéis de sobra que no se permiten las peleas.-Noto su cabreo en el tono de voz que utiliza.
-Ella ha empezado. Se ha avalanzado sobre mi como una loca.-Finge llorar a moco tendido.
-¿Es eso cierto?-Gam centra su atención en mi.
No sé que contestar porque todo lo que diga se utilizará en mi contra.
Ella no ha tenído la culpa. Solo intentaba defenderme.-La dulce voz de Scar contesta por mi con lagrimas en los ojos.
Se me parte el corazón. Nadie deberia meterse con alguien tan puro.
-¡Dhana!-Gam llama mi atención gritando.-Mírame¿Es eso cierto?-Inquiere.
En ese momento me siento acorralada. Al tardar en responder comienzan a susurrarse cosas y entro en pánico. Entonces opto por escapar del problema y echar a correr escaleras arriba. En casi un mes que llevo aquí no me he metido en ningún lío y ahora todos me recordarán como la chica psicótica que le pegó a Linsed.
 Me meto en los baños con la vista borrosa a causa de las lágrimas y rezo porque no haya nadie dentro para humillarme. Entro en la tercera cabina, bajo la tapa del retrete y me siento encima con la cara hundida entre las manos.
Soy fuerte, puedo con esto y con más.
Por lo menos quiero pensar eso.
Por más que intento tranquilizarme y limpiarme la cara, las lagrimas vuelven a aparecer. Decido tomarme mi tiempo y llorar todo lo que tenga que llorar. El ruido de la puerta me indica que alguien entra en los baños. Subo las piernas hasta mi pecho. Las pisadas son profundas y al escuchar su tos me doy cuenta de que es un hombre. ¿Me he metido en el baño de caballeros? Mierda.
Puedo ver, por su sombra, que está enfrente de la puerta de mi cabina. Sabe que estoy aquí. Abre la puerta muy lentamente, haciendo que rechine. Me paso el dedo indice por las ojeras para secarme y así poder ver con claridad.
Es Jaden. No puedo leer muy bien su expresión hasta que me ilumina con su sonrisa, da un paso hacia delante y se agacha hasta quedar a mi altura. Apoya las manos en mis rodillas temblorosas y huesudas.
Espero a que diga algo.
-Le has dado una buena hostia ¿eh?-Sube y baja las cejas.
Y a mi me parece el movimiento más bonito del mundo. Pensé que me preguntaría si estaba bien o si quería algo pero esto es lo que necesito. Se me escapa la risa en medio de más lagrimas.
-Venga, no llores. Nadie te juzga; todos nos hemos metido en una pelea alguna vez.
Levanta la mano para acariciarme la mejilla y llevarse con ella mis lagrimas. Tiene los dedos frios. Parpadeo varias veces.
-No quiero ser como mi padre.-Mantengo el labio inferior entre mis dientes.
Se le forma una arruga entre las cejas que hace su bonita mirada más dura. Cierra la puerta de un puntapié y cuando escucho el pestillo me sobresalto. No tengo escapatoria.
-¿Por qué dices eso?-Su voz suena mucho más profunda ahora.
-Porque simplemente estaba disfrutando con cada golpe.
No aguanto su mirada así que me tapo la cara con ambas manos. Pero él quiere mirarme, quiere que mantengamos el contacto visual, por eso retira mis manos con cuidado. Como si fueran de porcelana. Las acaricia y me hace bibrar por dentro.
-Tú no eres como Bill, Dhana. No te pareces en nada.-Abre más los ojos para asegurarse de que lo atiendo.
-No lo sabes, no me conoces.
Me deshago del agarre que mantenía en una de mis manos haciendo que me acerque a la realidad. Seco mis lágrimas.
-Bueno...-Exhala suavemente.-¿Acaso tu padre se va a un baño de mujeres a llorar cuando le da una paliza a alguien?
Sonrie de oreja a oreja mientras me rio a pleno pulmón muerta de verguenza.
-Solo yo soy tan despistada como para meterme en el baños de chicos.
-Y tus ojos son más bonitos, de eso estoy seguro.-Noto una punzada en el estomago cuando  me da un toquecito con el dedo indice en la punta de mi nariz.
Me quedo sin aire y nos quedamos en silencio. No necesitabamos hablar para comunicarnos, no ahora. Pero yo quería agradecerle su apoyo.
-Gracias.
Empiezo un tímido abrazo que tarda en corresponder.  A pesar de ser delgado sus brazos son fuertes y bastante musculosos. Siento que puede protegerme de todo, ironico ¿Verdad? Como si él fuera a hacerlo. Es un buen amigo.
-¿Te apetece ir a ayudar con los adornos o seguimos en un baño abrazados?- Bromea y no tardo ni un segundo en ponerme roja. Le suelto y me levanto acomodandome la ropa para no tener que mirarle a los ojos.
Cuando vamos a salir por la puerta un chico entra a nuestra vez y se queda mirandonos pervertidamente por dos razones: Jaden me agarraba la mano y estabamos en el baño de los chicos los dos solos. Da que pensar la verdad. Jaden anduvo más rápido, como si le molestara su presencia. Bajamos sin prisa hasta el Circulo. Espero que no se note que he estado llorando. Scarlett nos divisa al instante y viene corriendo con los brazos abiertos hacia mi. Me abraza.
 -Estaba preocupada.-Susurra en mi oido y al instante me transmite serenidad.
-Supongo que Gam ya no estará por aquí ¿Verdad?
Me suelta para hablar.
-Está ayudando con la organización de las mesas,-Dirige su dedo inocente hacia la otra punta del Circulo.-Allí.
Scar vuelve junto a Luka y le sigue ayudando con las guirnaldas. Jaden ya no está a mi lado; se ha ido a hablar con un grupo de chicos a unos metros y yo me he quedado sola en medio de la gente. Creo que voy a acercarme hasta Gam para pedirle perdón por mi comportamiento.
Avanzo pensando en lo que le voy a decir y cuando me veo plantada a su izquierda no tengo ni idea de como empezar.
- Hmmm...¿Puedo hablar contigo?
Gira la cabeza hacia mi y vuelve a dirigirla hacia otra parte.
-Ah, hola, Dhana. Ya me han contado lo que ha pasado.-Dice quitandole importancia y suelto el aire que retenía en mis pulmones.
Siento como si me quitaran 20 kilos de encima.
-¿En serio?
-Pero como vuelva a verte metida en una pelea no saldrás ilesa tan fácilmente.-Su mirada radiaba deceptición.
-Lo siento mucho. Lo único que quería era plantarle cara. Quería que viera que soy fuerte.-Intento excusarme.
-A veces no es importante que la gente no vea que eres fuerte; con que tú lo sepas basta.
Decido no molestarle más y pienso en su consejo mientras me reúno con Scarlett, Luka, Jaden y el recién llegado, Ezra.
Colocamos las luces por las barandillas de los pisos y en el techo de manera vertical, quedando a unos 4 metros por encima de la gran mesa decorada con muérdagos y mantel verde.
-A quedado muy bonito.-Reconozco orgullosa de mis horas de trabajo. Coloco los brazos en jarra.
-Está incluso más bonito que el año pasado.-Reconoce Scar.-Por cierto ¿Me acompañas a hacerme un piercing?
-¿Otro más?-Abro los ojos de par en par, notablemente asombrada.
No sé dónde lo quiere, pero creo que le quedan sitios contados con los dedos de una mano.
-Quiero uno en la lengua. Tampoco tengo tantos, solo en las orejas.
-Está bien, vamos.-Acepto y nos dirigimos a la tienda de Luka.
Es un local pequeño y un poco extraño.Tiene las paredes azul marino y un expositor de piercings.
-¡Terroncito!-Saluda Scarlett.
Luka estaba hablando con un chico tatuado de pelo blanco.
-Hola mi vida.-Le devuelve su cursi saludo.-Pasar atrás.
Este sitio da un poco de mal rollo. Sigo a Scar que camina con confianza. En cambio, yo me sento como un pez fuera del agua. Detrás de su cabeza, encima de la estantería con artilugios, hay unas letras pintadas en un rosa chillón.
"Para Dios tu alma, para mi tu piel"
Desde luego no estoy dispuesta ha hacer ese trato con Luka. Nadie se quedará con mi piel. Inconscientemente, me abrazo los brazos para protegerme. Luka entra colocandose mejor los guantes negros. Ella ya está sentada y con una sonrisa de pura felicidad que me confirma que esta lista para ser agujereada.Le da un beso a Scar y acontinuación se sienta en una silla de ruedas sin respaldo. Yo me quedo observando los bocetos que hay en la pared.
-¿Te quieres hacer alguno?-Hace rodar la silla hasta colocarse al lado de su novia.
Al principio dudo de que me lo esté preguntando a mi, aunque es obvio.
-Hmmm.-Antes de negarme me interrumpe.
-Piensatelo, en el espositor hay unas revistas que mangó Ezra en la sala de quemados. Seguro que te gusta alguno.
Dirijo los ojos hacia Scar que no ha cambiado su sonrisa por nada del mundo.
-¿No te importa que salga, Scar?
-Claro que no. Seguramente no te gustará ver la sangre; a mi tampoco.-Abre la boca y saca la lengua.
Después de salir, vuelvo a correr la cortina verde oscura. Para mi sorpresa, no estoy sola. Jaden ojea una revista apoyandola en la vitrina. Se le forma una arruga entre las cejas al forzar la vista.
-Con que un piercing ¿eh?
Pruebo suerte. No tiene pinta de ser un amante de los tatuajes y además, según Luka, los misioneros no deben tener ninguno. Aun así intento no juzgar por las apariencias. ¿De que pinta tengo yo? Quizá no de una chica con piercings.
Se sobresalta cerrando la revista de un manotazo.
-No... Si, bueno, aún no sé.-Balbucea.
-¿Qué te pasa?-Avanzo lentamente y recojo la revista de la vitrina para ojearla.
Suspira y se rasca la nuca.
-¿Si te lo cuento no se lo dirás a nadie?
Giro mi cuerpo sobre los talones, quedando frente a frente con él. Me sotengo apoyando las manos en la esquina del mostrador.
-Claro,¡Sueltalo ya!-Intento animarlo con una sonrisa.
Su nuez se mueve al tragar saliva, echa un vistazo a ambos lados de la sala (aunque estamos solos) y vuelve a mirarme dando un paso hacia delante.
-Tengo pánico a las agujas.
No me asombro y tampoco entiendo el porqué de tanto secretismo. Osea, todo el mundo tiene miedo a algo o de algo; nadie es inmune a ello.
-¿Y por eso tiemblas?-Bromeo.
-No debí contartelo y menos venir.-Bufa apunto de coger la puerta y marcharse.
Lo dentengo agarrandole el brazo.
-Era una broma, lo siento.-Me disculpo ante lo molesto que está.
Y en ese mismo instante tengo una idea fugaz. Una idea loca, sí, pero creo que si no lo pienso demasiado no me echaré atrás.
-Hagamos un pacto.-Sonrio animada, tirando de él aún.
-¿Un pacto?-Pone una mueca.
-Hagamonos uno. Tú tienes ese miedo irracional a las agujas y yo quiero hacer una pequeña locura antes de irme a dormir.
Se rie y me observa desde todo lo alto que es hasta que asiente.
-Está bien, hagamoslo.-Acepta.-Pero no quiero coñas si me pongo histerico.-Su dedo amenazante me apunta.
-¡Nada de coñas!-Levanto las manos para mostrarle que no cruzo mis dedos.-Vamos.
Estoy emocionada pero no nerviosa; al contrario de Jaden.
-Espera...,eh..., aún no sé el sitio.-Intenta ganar tiempo.
Quizá debería dejarle un poco de espacio pero, repito, si nos lo pensamos no lo haremos.
-Personalmente a mí me gusta uno en el labio; discreto,bonito y sencillo. Te quedará bien.-Echo un vistazo a la revista.-Yo me lo haré en la nariz. Discreto,bonito y....
-Sencillo...-Lo entona como si fuera una pesada y luego se seca las palmas de las manos en el bajo de su camiseta.
Me tomo la libertad de abrir la cortina y comunicar nuestro arrebato de osadía a Luka. Luego le esperamos fuera.
-Ya te puedes sentir alagada.-Dice resoplando y sin parar de mover la pierna.
Su inquietud me pone inquieta.
-¿Por qué?-Enarco una ceja.
-Porque no es la primera vez que una chica intenta convencerme para que me haga uno.
Esta vez sonríe mordiendose el labio. Me quedo atónita y me alaga a la vez.
-¡Johnson! ¡Tu turno!-Exclama Luka sancando la cabeza por la cortina con una mueca pícara.